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La
atención simultánea interna y externa
Josep
Gonzalbo Gómez
La atención simultánea interna y externa se refiere
a la habilidad de mantener la atención tanto de los estímulos
internos (pensamientos, emociones o sensaciones físicas) como
de los estímulos externos (sonidos, olores, imágenes
o conversaciones) al mismo tiempo.
Esto es una habilidad avanzada de la atención que a menudo
se practica en el mindfulness o meditación consciente, donde
se fomenta el equilibrio entre la conciencia interna y externa.
Al prestar atención tanto a lo que sucede dentro de nosotros
como a nuestro alrededor, desarrollamos una mayor conciencia de nuestros
propios pensamientos, emociones y sensaciones, así como una
mejor comprensión y conexión con nuestro entorno.
Al ser más conscientes de nuestras propias reacciones internas
y de lo que sucede a nuestro alrededor, podemos manejar mejor el estrés
y la ansiedad.
Nos
permite reconocer cuándo estamos comenzando a sentirnos abrumados
y nos da la oportunidad de tomar medidas para calmarnos antes de que
la situación se intensifique.
Al ser más conscientes de nuestras propias emociones y reacciones,
así como de las señales y respuestas de los demás,
podemos mejorar nuestras habilidades de comunicación y empatía.
Aquí te dejo algunos ejercicios prácticos y específicos
para desarrollar la atención simultánea interna y externa
en la vida cotidiana:

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1. Caminando: Cuando estés caminando al trabajo, desplazándote
a algún sitio, o simplemente dando un paseo, intenta prestar
atención a las sensaciones físicas de tus pies tocando
el suelo y a las sensaciones corporales de moverse. Al mismo tiempo,
nota lo que está sucediendo a tu alrededor: los sonidos del
tráfico o de la naturaleza, la sensación del viento,
las personas que pasan. Este es un ejemplo de prestar atención
a las experiencias internas (sensaciones de caminar) y externas (el
ambiente a tu alrededor) simultáneamente.
2. Durante las comidas: Mientras comes, siente la textura y el sabor
de la comida en tu boca y observa las sensaciones en tu estómago,
presta especial atención a las señales de saciedad,
pues este es un método para ingerir menos alimentos de los
que necesitas y equilibrar tu peso. Al mismo tiempo, sé consciente
de tu entorno: los sonidos de la cocina, las conversaciones a tu alrededor,
la visión de la comida en tu plato.

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3. En el trabajo: Cuando estés trabajando, trata de estar consciente
de tu estado mental y emocional (¿te sientes concentrado? ¿cansado?
¿estresado?) mientras también prestas atención
a la tarea en sí. Por ejemplo, si estás escribiendo
un informe, sé consciente de tus pensamientos y emociones mientras
simultáneamente te enfocas en las palabras que estás
escribiendo y en la estructura del informe.

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4. Durante el ejercicio: Si haces yoga, algún deporte, o si
simplemente vas al gimnasio, trata de prestar atención a las
sensaciones de tu cuerpo y a tu respiración mientras también
observas tu entorno, el equipo que estás utilizando, y las
personas a tu alrededor.
5. Al interactuar: Durante las conversaciones, trata de ser consciente
de tus propias emociones y pensamientos, mientras también prestas
plena atención a la comunicación de la otra persona:
su lenguaje verbal y no verbal.

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6. Meditación: Si practicas meditación diariamente,
intenta prestar atención a tu respiración y a tus pensamientos,
y al mismo tiempo, sé consciente de los sonidos y sensaciones
a tu alrededor.
En definitiva, la atención simultánea interna y externa
es una herramienta muy valiosa en tu camino espiritual, ayudándote
a desarrollar una mayor conciencia de ti mismo, una mayor conexión
con el mundo que te rodea, una actitud de servicio y habilidades como
la empatía, la compasión y el desapego.
Josep
Gonzalbo Gómez