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Sé la primera persona en tender la mano.
Si has tenido alguna discusión o malentendido que ha provocado
un distanciamiento con otra persona, seguramente estés esperando
que la otra persona dé el primer paso para tenderte la mano
y reconciliar la relación. Y si ha sido así, estás
convencido de que si ella da el primer paso, será la única
manera que puedas perdonarla.
En otras ocasiones, simplemente has puesto en práctica una
actitud de total y absoluta indiferencia con esa persona, pero siendo
consciente, internamente que si la otra persona diera ese paso, pues
no te importaría restablecer ese vínculo deteriorado.
Si lo ves, con un poco de objetividad, te aferras a tu enojo y conviertes
muchas veces las pequeñeces de la vida en asuntos importantes,
y no te das cuenta que tu posición ante las cosas es más
importante que tu felicidad. Pero nunca y digo, nunca tener razón
es más importante que ser feliz.
Sé la primera persona en tender la mano y libérate de
ese bloqueo de tu mente. Libérate también de cómo
se lo tome la otra persona lo importante es que tú te liberes
de esa cadena que forjaste cuando decidiste enojarte por lo sucedido.
Tender afectuosamente la mano es un acto de amabilidad, empatía
y generosidad que puede tener un impacto positivo en todas las personas
que te rodean. Aquí hay algunas razones por las cuales ser
el primero en tender la mano puede marcar la diferencia:
1.
Creas conexiones
Al ser el primero en mostrar afecto y amabilidad, estás estableciendo
una base sólida para construir relaciones significativas. Tu
gesto puede ayudar a romper barreras y abrir el camino para una comunicación
más abierta y sincera.
2. Inspirar a los demás
Tus acciones pueden servir como un ejemplo inspirador para los demás.
Al mostrar tu disposición a tender la mano afectuosamente,
puedes alentar a los demás a hacer lo mismo, creando un efecto
positivo en tu entorno.
3. Fomentas un ambiente de confianza
Al mostrar amabilidad y afecto, estás creando un ambiente en
el cual las personas se sienten seguras y cómodas. Esto promueve
la confianza mutua y fortalece las relaciones interpersonales.
4. Proporcionas apoyo emocional:
Muchas veces, las personas necesitan un gesto de amabilidad en momentos
difíciles. Al ser el primero en tender la mano afectuosamente,
puedes ofrecer apoyo emocional a aquellos que lo necesiten, dando
consuelo y aliento.
5. Rompes el ciclo de negatividad:
En un mundo lleno de tensiones y conflictos, tu gesto puede desencadenar
una cadena de reacciones positivas, creando un entorno más
armonioso y pacífico.
Recuerda que ser el primero en tender afectuosamente la mano no solo
beneficia a los demás, sino también a ti mismo. Al mostrar
amabilidad y empatía, estás cultivando cualidades positivas
en ti mismo y contribuyendo a tu propio crecimiento personal.
Vídeo
en Youtube:
https://youtu.be/9iE8aJjxFx4
Josep Gonzalbo Gómez