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El
libro de Enoch
Juan Ramón González Ortiz
La Biblia contiene muchas afirmaciones sorprendentes y misteriosas,
y también muchas historias asombrosas y extravagantes. Por
ejemplo, ¿quieres eran los Nephilim de los que se habla en
el Génesis y de los que se dice que se ayuntaron con mujeres
humanas?; ¿adónde fue el patriarca Enoch cuando desapareció?;
¿y
Elías, qué fue de Elías? Este tipo de textos
exigían alguna clase de comentario o de aclaración pues
muchísima gente lo pedía. Nacieron así los textos
secundarios, o apócrifos, que fueron apartados, precisamente
por ser secundarios, del canon o norma general.
Hemos de aclarar que en griego antiguo “apócrifo” tenía
el sentido de ‘oculto’, ‘escondido’, ‘secreto’, e incluso ‘lejano’.

En
la Edad Media “apócrifo” pasó a reservase como sinónimo
de ‘secreto’. Con este término se designó a una serie
de libros que las Iglesias cristianas de los primeros siglos no reconocieron
como parte de las Sagradas Escrituras, pero que se presentan con nombres
o características que los hacen aparecer como si fueran libros
canónicos.
Estos libros debieron de permanecer “ocultos” debido a la profundidad
de sus enseñanzas, la cual requería de un círculo
de alumnos ya iniciados. Precisamente este grado de ocultación
fue lo que hizo creer a las gentes, y a muchos religiosos, que estos
libros contenían doctrinas heréticas y que por eso había
que ocultarlos y separarlos.
Algunos de los “apócrifos” son en realidad “pseudoepígrafos”,
es decir, se trata de imitaciones, elaboraciones de obras bíblicas,
o imaginaciones, o historias ficticias sobre personajes bíblicos
escritos por autores que se presentan a sí mismos como si fueran
esos personajes bíblicos, o santos, padres de la Iglesia o
eminentes teólogos.
Técnicamente,
un pseudoepígrafo es un libro escrito en estilo bíblico
y atribuido a un autor que no lo escribió. Estas obras absolutamente
falsas, aunque pretendían tener total autoridad, también
fueron llamadas “apócrifas”.
Desde el punto de vista protestante, El libro de Enoch es un libro
pseudoepígrafe, es decir un libro falso. Lutero lo despreciaba.
Sin embargo, para los ortodoxos es absolutamente canónico.
Mientras que, para los católicos romanos, es apócrifo.
Para otra ocasión dejaremos los textos de Qumrán, todos
ellos apócrifos, que son los pergaminos y fragmentos (casi
mil textos, en total) que se encontraron en las once cuevas de Qumrán,
en el desierto de Judea, a partir de 1947. Por cierto, que entre los
textos hallados figuran fragmentos en arameo del Libro de Enoch etíope.
Con lo cual se confirmó la tesis de que la versión etíope
(que es la más conocida hoy en día y la que vemos en
internet) es una traducción acertada del Libro de Enoch original,
en arameo.
De todos los textos apócrifos del Antiguo Testamento, el más
interesante es El libro de Enoch, también conocido como Enoch
1, o como Libro etíope de Enoch, o Primer libro de Enoch.
Este libro nos explica las visiones de Enoch, cuando, tal y como nos
cuenta el Génesis, “Dios se lo llevó”.
Existen además dos libros más atribuidos a Enoch: Segundo
libro de Enoch, conocido como Enoch 2, o Enoch eslavo, o Libro de
los secretos de Enoch. También se le atribuye a Enoch el Tercer
libro de Enoch, conocido como Enoch 3, o Libro hebreo de Enoch
Por supuesto que es totalmente desconocida la fecha en la que debieron
de escribirse estos libros.
Algunos eruditos dicen que efectivamente el patriarca Enoch redactó
estas obras. Sin embargo, en lo que respecta a Enoch 3, el propio
texto atribuye esta obra a Rabbí Ishmael.
Otra corriente de eruditos y entendidos opina que estas obras fueron
escritas por un conjunto de personas en época posterior.
Finalmente, queda una tercera posibilidad: Enoch escribió los
textos originales y estos fueron traducidos, interpretados y alterados
posteriormente a lo largo de su historia.
Desde luego, lo que se conoce por “Libro de Enoch” es siempre el Enoch
1.

Esta
obra contiene en su interior seis pequeños libritos:
1. El Libro de los Vigilantes.
2. El Libro de las Parábolas.
3. El Libro Astronómico o Libro de las Luminarias.
4. El Libro de los Sueños o el Libro de las Visiones.
5. La Epístola de Enoch o el Libro de las Advertencias y Bendiciones
de Enoch.
6. Fragmentos del Libro de Noé y otros textos.
El más antiguo de estos libritos es el Libro astronómico,
que debió de escribirse hacia el año 200 a. C., y el
más reciente tal vez sea El libro de las parábolas,
escrito en torno al año 50 d.C.
Con respecto al Segundo libro de Enoch, se cree que fue redactado
pocos años después de la destrucción del Segundo
Templo, a fines del primer siglo a. C. La obra llegó a nosotros
en una traducción eslava que se ha conservado a lo largo de
los años. El libro trata sobre lo que vio Enoch en los diversos
cielos (algunas versiones hablan de siete cielos y otras de diez).
Nuevamente, aparecen aquí los ángeles caídos
y los gigantes, aunque ahora se detallan más tipos de ángeles,
según su categoría y sus acciones.
Más tarde, y con un gran debate sobre la fecha exacta de su
composición, llegaría el Tercer Libro de Enoch. Obra
escrita en hebreo, que trata principalmente sobre el viaje celestial
que hizo Rabbi Ishmael bajo la tutela del arcángel Metatrón.
Durante este viaje, vio las maravillas del mundo celestial, por ejemplo,
el trono de Dios y el funcionamiento de los seres celestiales.
El
primer libro de Enoch
Es El libro de Enoch por excelencia. Lo que todos llamamos Libro de
Enoch.
La llamada literatura enoquiana es la que se centra en la vida y misterio
del patriarca Enoch. Los libros de Enoch tratan todos los temas propios
de la historia oculta del universo: gigantes, ángeles, regentes
universales, leyes cósmicas, grandes secretos, …
Enoch recibió esas revelaciones en la antigüedad y las
transmitió a su hijo Matusalén.
El libro de Enoch fue muy popular entre judíos y cristianos
durante al menos 500 años. A principios de la Edad Media, el
Libro de Enoch se perdió, y lo único que quedaba de
él eran citas y algunos testimonios dispersos en las obras
de los Padres de la Iglesia y en algunos escritores judíos.
El monje bizantino George Syncellus, en su Cronografía, escrita
alrededor del año 800 d. C., logró conservar una serie
de extractos de la sección del Libro de Enoch que trata sobre
los Vigilantes y su descendencia gigante. Durante nueve siglos después,
este fue el texto más extenso del Libro de Enoch.
Los fragmentos de Syncellus también aparecen condensados en
la cronología posterior de Cedrenus, o Jorge Cedreno, cronista
bizantino del S. XI.
Por fin la totalidad del libro pudo ser conocido en Occidente en 1773,
cuando el naturalista, viajero y geógrafo escocés James
Bruce descubrió el texto completo en Etiopía y trajo
tres copias a Europa.
Una de las copias fue regalada a Luis XV rey de Francia, y las otras
dos fueron entregadas a la Biblioteca Bodleiana de Oxford.
Un
sector muy numeroso de expertos sobre este tipo de obras cree que
el Libro de Enoch, concretamente el Primer libro de Enoch, es una
composición literaria de varios autores a lo largo de varios
periodos diferentes.
Algunas
secciones del Libro de Enoch han sido atribuidas a la comunidad esenia
de Qumrán, debido a los puntos de vista expresados en estas
partes del libro y que son compatibles con la sabiduría esenia.
El
Primer Libro de Enoch se compone de varios libros o secciones diferentes:
1. El Libro de los Vigilantes: Según los expertos fue escrito
en su versión aramea alrededor del tercer siglo a.C., o tal
vez antes.
Es
la sección más leída y la más importante
del Libro de Enoch. Trata sobre la historia de los ángeles
caídos, los gigantes y la destrucción que hubo en el
mundo en esa época.
2. El Libro de las Parábolas: Es la sección más
larga de todo Enoch 1. Se compone de tres largas parábolas
que tratan sobre las visiones de Enoch durante su viaje celestial
y sobre el Mesías.
La primera de las parábolas describe un juicio futuro, eventos
que suceden en la sala del trono celestial, secretos de los cuerpos
celestes y fenómenos meteorológicos.
La
segunda parábola es un oráculo de salvación y
justicia que narra más visiones celestiales de Enoch, sus viajes
sobre la tierra y acontecimientos relacionados con el juicio.
La tercera parábola contiene una visión en la que Enoch
ve a los ángeles que desviaron a la humanidad, la lista de
los ángeles caídos, datos sobre Noé y el escenario
del juicio final.
Sobre la fecha de composición de las Parábolas, se cree
que fueron escritas en el primer siglo a. c. tal vez entre la mitad
del último siglo a.C. y el año 4 a.C.
3.
El Libro Astronómico o Libro de las Luminarias Celestiales:
Se describen las órbitas y movimientos del sol, la luna y las
estrellas.
También
trata de los calendarios y de diversos fenómenos celestiales.
A pesar de que es un libro en apariencia basado en la observación
y en la ciencia, fue una revelación del ángel Uriel
a Enoch, el cual transmitió toda esta información a
su hijo Matusalén. Tal vez este librito astronómico
se escribió a finales del tercer siglo o principios del segundo
siglo a.C.
4. El Libro de los Sueños o Libro de las Visiones: En estos
capítulos Enoch relata dos sueños o visiones a su hijo
Matusalén. Una de las visiones trata del Diluvio y la otra
es una larga metáfora sobre la historia de la humanidad, desde
Adán hasta el fin de los días, todo ello simbolizado
por medio de animales como los toros o las vacas. Posiblemente fuese
escrito en la época de la revuelta de los macabeos, hacia el
165160 a.C.
5. La Epístola de Enoch o Libro de las Advertencias y Bendiciones
de Enoch: Es una reflexión sobre la maldad del ser humano,
el pecado de los Vigilantes, el Diluvio universal, la idolatría
y una visión apocalíptica del fin de los tiempos. Pudo
ser escrito a principios del segundo siglo a.C.
6. Fragmento del Libro de Noé y otros textos: Dos capítulos
que tratan de las extrañas circunstancias del nacimiento de
Noé y algunos fragmentos más de otros textos añadidos
posteriormente a los demás libros de Enoch 1. Es posible que
fueran escritos en el segundo siglo a.C
No queda clara una cosa: esta extraña amalgama de libros visionarios
y apocalípticos, ¿fue reunida siguiendo un orden particular
que buscaba algo?, ¿o bien es un caos indiferente a cualquier
tipo de ordenación?
A excepción del libro segundo, o sea, El libro de las parábolas,
todos los demás libritos que conforman Enoch 1, fueron hallados
en Qumrán.
El descubrimiento de copias del Libro de Enoch entre los Manuscritos
Qumrán, también llamados Manuscritos del Mar Muerto,
es prueba de que este apócrifo existía antes de Jesucristo.
Esto demuestra que el Nuevo Testamento no influenció al
Libro de Enoch, sino más bien al contrario: los escritos de
Enoch Manuscritos habrían influenciado algunos versículos
del Nuevo Testamento.
Juan Ramón González Ortiz