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El
tabú del sexo y su enfoque holístico.
Javier Antolínez
Vivimos
una época de grandes mentiras y tabús, en todas las
áreas sociales y del conocimiento humano.
Ante esto, puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que los tabús
heredados sobre el sexo, ocupan uno de los primeros lugares.
A lo largo de casi dos milenios, el sexo ha sufrido unos ataques desproporcionados
y múltiples, en todos sus flancos.
Al
referirme a estos dos milenios, no excluyo a otras etapas de la historia
donde hayan ocurrido estas deformaciones, pero posiblemente en esta
época, es donde más se han cargado las tintas en esta
actividad humana, y donde más deformaciones se han originado,
por su mala interpretación, enfoques dogmáticos, degeneraciones
y manipulaciones sin límites.
Para los que tienen cultura esotérica, entenderán cuando
hablo de los tiempos de los comienzos de la 3ª Raza Raíz,
en la que se decidió la separación en dos sexos para
la procreación, masculino y femenino, con el fin de establecer
una nueva forma reproductiva.
Esta novedad no solo supone una forma de reproducción nueva,
sino también la inclusión, en el proceso evolutivo,
de una nueva forma de acelerar el proceso del progreso espiritual
en los Reinos vegetal, Animal y Humano.
La adición al Alma en encarnación, de una forma de vivir
dos experiencias distintas, la masculina y la femenina, de forma alternativa
en los ciclos de rencarnación, establece un nuevo proceso de
experiencias extraordinariamente eficaz.
La posibilidad de vivir dos experiencias distintas, una desde el aspecto
Yang como hombre y otra desde el aspecto Yin como mujer, proporcionan
al Alma en encarnación una riqueza de experiencias muy superior
a la que le podría proporcionar unas encarnaciones andróginas,
tal y como es el Alma.
Estas experiencias aceleran intensamente el proceso evolutivo, además
de enriquecerlo de forma suprema.
Como ya conocen también aquellos que tienen conocimientos esotéricos,
cuando se llega a superar la etapa humana, entrando en el Reino de
las Almas Liberadas, el órgano creador pasa de ser los órganos
sexuales inferiores, al centro laríngeo, que es el centro de
poder desde donde, la palabra, el sonido, se convierte en el poder
creador superior del Hombre Liberado.
En aquellos remotos tiempos, fue la Jerarquía Planetaria, la
que se encargó, con la ayuda de determinados ángeles,
de impartir la enseñanza a la humanidad de entonces, de cómo
mantener aquellas novedosas relaciones sexuales entre los dos nuevos
sexos creados.
Esta nueva forma de procreación, para la entonces primitiva
humanidad, tuvo que ser acompañada del placer de los orgasmos,
con el fin de promocionarlo y hacerlo atractivo, al ser algo tan nuevo
y misterioso, para la humanidad de entonces.
A día de hoy seguimos disfrutando en estas relaciones con estos
orgasmos, que los podríamos considerar con total acierto como
descargas eléctricas de alto voltaje entre dos polaridades.
No podemos obviar un hecho irrefutable, a pesar de que la ciencia
actual se niegue a verlo.

The
last wagon / La Ley del Talión
El
ser humano es energía pura, materializada en el cuerpo físico,
cuerpo del que solo somos conscientes actualmente.
Esta
falta de conciencia sobre los otros cuerpos superiores, ocurre todavía
en una gran parte de la humanidad.
Poco a poco, la nueva humanidad, dividida en dos sexos, tuvo que ir
acomodándose a la nueva forma de relación y fueron descubriendo
el placer que esta relación llevaba consigo.
Con el tiempo fueron descubriendo, además, el poder que tiene
este tipo de relación, mediante las poderosas energías
que se producen en estos actos.
A partir de aquí, comenzaron las desviaciones sexuales de todo
tipo, mediante los abusos que la imaginación desbocada proporcionaba.
Por
los abusos, empezaron a aparecer, como castigo a los excesos, las
temidas y conocidas enfermedades venéreas.
Al parecer, hoy en día están proliferando de forma casi
descontrolada, a pesar de que se puedan controlar mediante antibióticos.
Este
aumento tiene una lectura más amplia de gran interés,
en la que, por el momento, no vamos a entrar. Solo diré que
es una respuesta natural a la situación actual de degeneración
y abuso de todo tipo.
Ya sabemos que el ser humano, en cuanto descubre algo, rápidamente
trata por todos los medios de superarlo en todo lo posible, dándole
todas las vueltas de tuerca que se le pueda dar, ya sea por exceso
o por defecto. Es muy raro que se mantenga en el punto medio, donde
se encuentra la virtud.
Esto lleva consigo salirse de todos los límites que tenemos
en el Libre Albedrío, creando lo que conocemos como karma,
o como pecados, tal y como se le conoce en la mística occidental.
El ser humano siempre quiere más y más, saltándose
cualquier límite que se le ponga por delante, y claro está,
esto tiene una respuesta de acuerdo a la Ley del Universo. “Esta respuesta
es la enfermedad”, en cualquiera de sus miles de formas.

¿Amor
sacrificado? Érase
una vez el Oeste...
Serie de Netflix..
Sólo cuando el ser humano, se encuentra agotado por las interminables
luchas y problemas creados por él mismo, comienza a plantearse
otra forma de enfrentar la vida y busca, de manera desesperada, desprenderse
de todas las cargas adquiridas en los miles de vidas anteriores, cargas
que se van acarreando como un pesado lastre, una vida tras otra.
Este punto de saturación es el que da comienzo a la entrada
en el Sendero de Retorno y a un largo proceso de un centenar de vidas
de media, en las que el aspirante espiritual buscará, desesperadamente,
desprenderse de su karma a toda costa.
A partir de entonces, es cuando comienza a plantearse la búsqueda
del equilibrio y del punto medio, desde donde poder vivir en paz.
Paz que buscará con desesperación.
Todas las actividades humanas están sujetas a excesos, pero
el sexo podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que es la
actividad más propicia para todo tipo de desmesuras.
Las distintas corrientes de pensamiento, así como las diferentes
culturas e inculturas, a lo largo de los tiempos, han visto, de forma
muy diferente, las maneras de relacionarse sexualmente.

Caso Dominique Pelicot (¿Corrupción en
las élites?)
Las formas han sido múltiples, pero posiblemente, éstas
siempre han estado escoradas hacia alguna forma poco equilibrada,
lo que, como hemos visto y conocemos, es lo más normal en la
humanidad.
Hoy en día, y después de haber salido de un control
sexual extremo, a lo largo de cerca dos milenios, estamos viendo cómo
la gente se ha revelado ante este control, y se ha ido directamente
hacia el polo opuesto, en un tipo de relaciones liberales, sin el
menor control y en muchos casos con una marcada patología,
que ya no solo afecta al cuerpo físico, sino también
al cuerpo astral y al cuerpo mental.
También vemos cómo sociedades de oriente medio tienen
la posibilidad de tener legalmente, hasta cuatro esposas, siempre
que las puedan mantener. Esto proviene de una recomendación
del ultimo profeta Mensajero, Mahoma.
Esta
recomendación se produjo a la pregunta de uno de sus seguidores,
de cuántas mujeres se podían tener. Su respuesta fue
muy clara, siempre considerando el contexto social de su época.
“Podéis tener hasta cuatro mujeres, siempre que podáis
mantenerlas con dignidad, a ellas y a los hijos que tengáis
con ellas”. Era una forma digna de poner un cierto orden al caos social
que en aquellos momentos reinaba.
En la actualidad, tal y como he podido ver en diferentes países
de religión musulmana, entre ellos, las bodas y los divorcios
son tan ágiles, como lo puedan ser “los ligues” que, en occidente,
se mantienen hoy en día. La hipocresía social en esta
área, es la misma en todas partes.
En ciertas etnias la poligamia está centrada en la mujer.
Esta
práctica se llama poliandria y se suele dar por razones culturales
y también debido a la tradicional falta de mujeres en ciertos
lugares. En estos casos, cuando una mujer se casa con un hombre, si
este tiene hermanos o primos, es ella la que tiene relaciones múltiples
con sus familiares y los hijos que surjan de esas relaciones, son
aceptados como hijos de todos, siendo la madre la que aglutina la
familia.
En occidente, hoy en día se hace abiertamente, en realidad
siempre ha sido así, aunque manteniendo un cierto recato, pero
en nuestros días todo esto se ha liberado por completo.
Así vemos cómo las relaciones humanas se vuelven un
verdadero desmadre, en busca de relaciones múltiples, en ocasiones
tratando de mantener un aparente respeto social, en la sociedad donde
se vive, pero cada día con menos disimulo.
Cuando la sociedad no permite ciertas relaciones, se hace de forma
oculta, atreviéndose a sobrepasar los límites sociales
establecidos, a pesar de las penas o descréditos que se puedan
sufrir.
Si a todo este entramado, suficiente para crear múltiples problemas,
se le suma la actual promoción de la pornografía, la
pederastia y otras perversiones, nos encontramos en una situación
muy complicada socialmente.
La pornografía centra, de forma exclusiva, la sexualidad en
los órganos sexuales, muy a pesar de que el ser humano tiene
la posibilidad extraordinaria de elevar estas cotas a otros niveles
más elevados.
Esta promoción materialista de la sexualidad no es algo que
haya llegado de forma casual. Está perfectamente dirigida y
muy bien organizada desde los niveles de la elitista “aristocracia”
mundial, valga la redundancia, para conseguir objetivos muy concretos.
Lo cierto es que, la siembra de esta forma de relación sexual
se hace en un terreno muy fértil y muy bien abonado por las
restricciones religiosas que lo han vetado durante siglos.
Gracias
a ello, ha florecido con gran fuerza.
El objetivo de la pornografía es la deshumanización
de la sexualidad, revistiéndola de un aire fresco de libertad
sexual, cuando la realidad es completamente diferente.
La realidad es mucho más perversa de lo se pueda pensar, puesto
que está dirigida, de forma sibilina, a materializar, a anclar
la sexualidad en una forma exclusivamente animal.
Si analizamos cualquier video o película pornográfica,
además de no tener el menor guión o argumento, podemos
ver cómo se acentúan ciertos patrones, uno de ellos
es la eyaculación sobre la protagonista.
Esto tiene dos propósitos muy claros:
Uno: es la cosificación de la mujer, presentándola como
un objeto de uso y abuso por parte del hombre. De esto se podría
hablar mucho más, pero de momento lo dejamos aquí, ya
que es más que suficiente.
Dos: promueve las eyaculaciones profusas del hombre, lo que, de acuerdo
a la medicina tradicional oriental, medicina de una gran sabiduría,
suponen un prematuro agotamiento de la función de los riñones
y con ello un envejecimiento prematuro, que, en caso de grandes abusos,
desembocaran en enfermedades degenerativas, y sobre todo en una enorme
y prematura debilitación de la salud. Salud que dependerá,
claro está, de la toma de medicamentos procedentes de las grandes
multinacionales de la farmacia.
Este proceso centra, de forma exclusiva, la relación sexual
en el deseo material puro y descarnado de “todo afecto o simpatía”,
centrándose en el puro deseo. Exacerbando de esta forma, “el
centro del plexo solar”.
En sociedades de oriente medio, la degradación de la mujer
se hace de otras formas, basadas en unas culturas primitivas, podríamos
afirmar también ancestrales, que nada tienen que ver con la
religión a la que están subscritos. Siendo siempre la
religión la excusa perfecta, retorciéndola y manipulándola,
a cualquier extremo, para mantener formas tribales puramente machistas
y atrasadas, que refuerzan el ego del hombre a base de someter a la
mujer y reducirla a niveles muy elementales, por decirlo de una forma
suave.
Para ello retuercen el legado de los Grandes Profetas mensajeros,
para justificar sus psicóticas prácticas tribales.
A la mujer se le impide el acceso a estudiar, a la cultura, a cualquier
posibilidad de evolucionar y se la tapa como si se tratara de una
entidad demoníaca.
El hombre se siente muy superior a la mujer, a la que considera un
objeto sexual privado de su propiedad, considerándola, además,
la fábrica de sus hijos.
El mundo animal, “del que provenimos y mantenemos muchísimas
características” se encuentra sujeto a los ciclos reproductivos,
que están condicionados por las estaciones, que a su vez promueven
la poderosa subida hormonal. Sus formas y maneras son casi las mismas
que las nuestras, aunque en ciertos juegos preliminares y preparatorios,
muchas especies nos superan en sutileza, belleza y delicadeza, en
sus formas, a los humanos.
En el Reino Humano, a pesar de que las estaciones también intervienen
y afectan en cierto modo nuestras relaciones, al final nos saltamos
cualquier influencia externa natural, prevaleciendo nuestros deseos,
que son los que rigen toda nuestra actividad sexual, por encima de
otros condicionamientos.
La herencia que hemos recibido, sobre la sexualidad, es una programación
de la que resulta dificilísimo sustraerse. Es una herencia
netamente material, que estigmatiza el sexo y degrada a la mujer a
un simple objeto de uso y en la mayoría de los casos de abuso.
Siempre hablando en términos generales.
Las presentaciones de la sexualidad por parte de las iglesias, a base
de un recato y una espiritualidad completamente falsas, distan mucho
de la realidad natural, sobre la que se tendría que construir
una sexualidad verdadera.
Por esta razón no debemos olvidar, jamás, que lo que
cuenta no son las palabras, sino los hechos. Si nos paramos a observar
la realidad, veremos que no tiene nada que ver la realidad con lo
que se predica.
Mientras
que se promueve la pornografía, y esto se hace desde los niveles
de la elite mundial más altos, a pesar de que no aparezcan
en la escena como promotores. Nos cuentan milongas feministas, cuyo
objetivo es potenciar artificialmente el ego en general, aunque el
femenino por encima de todo, haciéndole creer a la mujer que
ella puede con todo y puede prescindir del hombre para todo.
A partir de esta clara manipulación psicótica, podemos
ver en nuestra sociedad cómo muchísimas mujeres se lo
han creído, y la relación con el hombre se está
tornando cada día más compleja y, en muchos casos, muy
peligrosa para el hombre.
Este extremo se ha llevado, mediante la siniestra política
wok, a la implantación de leyes que dejan a los hombres en
absoluta indefensión ante cualquier denuncia, cierta o falsa,
de una mujer.
Otras leyes protegen a los pederastas y violadores y, en general,
se hace la vista gorda por parte de las autoridades, cuando se trata
de agresores provenientes de sociedades mucho más atrasadas
que las nuestras.
Esto ya empieza a conocerse públicamente, pero todavía
sigue todo igual, ante la inacción de una sociedad blanda,
adormecida y, se podría decir que, con electroencefalograma
plano.

Película
romántica Kate y Leopold
Evidentemente hay muchísimas mujeres inteligentes que no compran
este mensaje por nada. Pero hay otras muchas que sí lo hacen,
y son las víctimas principales de esta manipulación
diabólica.
Como ya podemos ver con meridiana claridad, el feminismo se ha tornado
en un movimiento para enfrentar a mujeres contra hombres, debilitando
de esta forma la familia y las relaciones humanas, como objetivo primordial.
En el fondo, este movimiento, como otros similares, va dirigido directamente
a la línea de flotación de la familia y de la sexualidad
humana.
Quien quiera ver la verdad, ésta siempre está a la vista,
por mucho que se deforme y se trate de enmascarar.
Para tener un ejemplo claro y muy definido, nos remitimos a la época
medieval en Europa, con el llamado “derecho de pernada”.

De ese derecho, se aprovechaban tanto nobles civiles, como obispos
y cardenales.
Poco hay que decir sobre este denigrante y penoso periodo.
Pero queda patente que aquellos que predicaban la abstinencia y absoluto
recato sexual, ellos mismos abusaban hasta el extremo de desvirgar
a las jóvenes esposas en la noche de su boda. En caso de no
acceder a esta denigrante obligación, éstas, y sus familias
se exponían a graves penas.
Hoy en día se está descubriendo cómo el tráfico
de niños y jóvenes, para abusos sexuales, está
tan extendido a nivel mundial entre ciertas clases sociales, que ya
es un verdadero clamor.
Lo más grave de todo es la participación y protección
de las autoridades de todos los países a toda esta profunda
decadencia.
Esta herencia, creada por las élites religiosas occidentales,
ha generado una multiplicidad de enfermedades de todo tipo, entre
las que se encuentran en primera línea, las de tipo psiquiátrico,
así como la proliferación de la homosexualidad y la
pederastia, que desgraciadamente vemos como, actualmente, se están
promocionando desde las más altas esferas mundiales, con diferentes
y diabólicos fines.
Fines todos ellos perversos, como el control de la natalidad mediante
el aborto, que es un genocidio planificado, se mire como se mire,
al que se suman la eutanasia y la promoción de la homosexualidad.
A todo esto hay que sumarle un claro y progresivo empobrecimiento
de las clases medias y bajas, con el claro objetivo de hacerlas desaparecer.
Esto supone una situación de angustia vital para cualquier
ser humano. Esta situación ya la estamos viviendo con una intensidad
creciente a nivel mundial.
Esta situación de empobrecimiento, separa, divide, y aísla
a todas y cada una de las personas que lo sufren, que ya son millones,
a nivel mundial.
El resultado ya es evidente y notorio, afectando a las relaciones
entre parejas, entre familias y entre amigos… a muchos niveles. El
aspecto afectivo se ha hundido por completo, la solidaridad, la amistad
y todos los valores se han desmoronado a pasos agigantados.
Este empobrecimiento dificulta o imposibilita la oportunidad para
que la gente joven pueda tener descendencia, ya que el hecho de no
poder mantenerse ni a ellos mismos, les coloca en una verdadera situación
de esclavitud sin cadenas, como jamás se había vivido
en la humanidad.
Ante esta situación dantesca, la gente sólo es consciente
de ello, cuando le atañe directamente, o a alguien próximo
a ellos.
Lo más significativo de todo esto, es que ni las religiones
occidentales, ni la ciencia, jamás han llegado a aportar absolutamente
nada, para clarificar algo tan esencial para las correctas relaciones
humanas, como es la sexualidad.
Únicamente han generado prohibiciones, perversiones e inseguridad.

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La humanidad sigue sobreviviendo en esta área, como puede sobrevivir
un niño de dos años huérfano y viviendo solo
en la calle.
El sexo se sigue practicando en términos generales, de la forma
animal, más básica.
Sin embargo, el sexo, es un maravilloso DON que se nos ha dado a los
humanos.
Este DON supera el simple hecho de la continuidad de la especie, nos
otorga una posibilidad superior de establecer una relación
de alta tensión energética entre los dos sexos.
En este intercambio corporal, no solo unimos el cuerpo físico,
sino también los cuerpos sutiles.
Estas energías se generan en una relación sexual de
forma natural en nuestros cuerpos. Estos se transforman en un poderoso
generador que, al producirse el orgasmo, éste mueve, modifica,
alimenta y transforma de manera extraordinaria los tres vehículos
de cada uno.
A su vez, en este proceso, se crea un vínculo extraordinario
a ciertos niveles de conciencia entre la pareja, siempre dependiendo
del nivel de evolución de los mismos.
Este vínculo no tiene que establecerse necesariamente mediante
el amor que conocemos, que nada tiene que ver con el amor verdadero,
pero sí de una corriente de atracción, que puede desembocar
en amistad, o en algunos casos en algo más.
En el caso de la mujer, esta atracción inicial es casi obligatoria
en la mayoría de los casos.
Estas poderosas energías, cuando no se canalizan adecuadamente,
se pierden sin el menor beneficio, o con unos beneficios muy pequeños
y superficiales. Pero si están correctamente canalizadas, se
les puede sacar grandes beneficios en diferentes campos, activando
unos tipos de energía de gran poder, que activan resortes poderosísimos
en los tres cuerpos de manifestación. Energías que pueden
hacer ascender la consciencia a niveles muy superiores a los habituales
en nuestras relaciones.
Estas energías que se pueden llegar a generar en los cuerpos
sutiles, alcanzan un nivel de placer infinitamente superior al orgasmo
físico que conocemos.
De hecho, esta forma de entender el sexo, llevó a ciertas comunidades
orientales a la práctica del llamado sexo tántrico.
Estas comunidades consideran o dan por hecho que, mediante estas prácticas
se puede llegar a la iluminación espiritual.
El
objetivo en estos casos es alcanzar el orgasmo en la cabeza, para
activar la conexión entre las glándulas pineal y pituitaria,
provocando entre otras cosas, la apertura del tercer ojo.
Evidentemente esta forma de pensamiento, no se basa en simples especulaciones
calenturientas, de entender el intercambio sexual, para justificarlo.
Estas técnicas no se limitan solamente al físico, si
no que mediante “la practica atenta del sexo con técnicas definidas”,
se buscan orgasmos lo más elevados posible en los tres niveles.
Se comienza por el orgasmo genital, buscando el orgasmo de corazón
y finalmente se trata de conseguir el orgasmo en la cabeza, buscando
la conexión final entre las dos glándulas, pineal y
pituitaria, tal y como ellos lo entienden, con esta técnica.
Mediante
este proceso provocarían la iluminación espiritual al
conseguir la apertura del tercer ojo.
Es cierto que cuando se consigue que ambas glándulas se unan
entre sí, la iluminación espiritual es una realidad,
pero que se pueda conseguir este elevado objetivo mediante estas técnicas,
considero que no está al alcance de todos los practicantes,
ya que esto depende de la evolución del individuo.
Por
lo que, aunque alcanzara el orgasmo en la cabeza, si su evolución
no estuviera a esos niveles, la conexión no se realizaría,
aunque conseguiría un gran orgasmo y otros beneficios muy importantes,
y quizás consiguiendo activar el tercer ojo.
Lo habitual y lo más corriente, es el orgasmo genital, pero
cuando se llega a conseguir el orgasmo de corazón, el sexo
comienza a tener otra faceta más elevada.
Las mujeres tienen más posibilidades para poder alcanzar este
orgasmo, en particular las que disfrutan de multiorgasmos.
En estos casos, cuando una mujer llega a llorar al llegar al orgasmo,
es una clara evidencia de que el orgasmo ha tocado su corazón.
Al hombre le cuesta mucho más llegar a estos niveles, puesto
que en cuanto se produce la eyaculación junto al orgasmo, toda
su energía se cae con bastante rapidez.
La caída de esta energía depende de la edad. Cuanto
mayor se sea, el hundimiento es más rápido, pero en
cualquier caso se llega a perder el interés por completo, mientras
que en la mujer el enfriamiento después de uno o múltiples
orgasmos es muy lento.
Hay una técnica sumamente eficaz para evitar esta caída
y la pérdida innecesaria del semen, que es la técnica
de la inyaculación.
Siendo
esta técnica la más adecuada para disfrutar de un sexo
sano y también evitar el derroche del valioso semen, cuando
no se pretende ninguna fecundación.
Mediante esta técnica se recicla “la energía del semen”,
energía de un valor incalculable para la salud del hombre,
sin producir problemas prostáticos, como suele ocurrir cuando
se retiene la eyaculación mediante la voluntad y el control
forzado.
Si se consigue elevar el orgasmo hasta que éste se produzca
en la cabeza, la posibilidad de conexión entre las glándulas
pineal y pituitaria, puede llegar a ser una realidad, o no. Pero teniendo
en cuenta las poderosas energías que se desarrollan y se mueven
en una relación sexual, quien sea capaz de canalizar estas
potentes fuerzas, los beneficios serán enormes en los tres
cuerpos.
De hecho, estas energías son utilizadas por ciertas personas
para prácticas de magia, aunque no siempre con los mejores
propósitos.
Esta magia, también, se puede utilizar para obtener grandes
beneficios en lo personal y, sobre todo, para conseguir unas magníficas
relaciones entre los dos sexos.
Ya sabemos que la magia, como el dinero, no tiene ningún signo
asignado, todo dependerá del uso que se le dé.
Si nos limitamos a una relación normal, dentro de los límites
permitidos por la ley Universal, el campo de actuación es enorme
y maravillosamente placentero.
Lo más normal, como ocurre siempre, es que, con la práctica
de esta técnica, se lleguen a producir graves desviaciones,
que desemboquen en perversiones.
Estas
perversiones son las que se salen de los límites que nos están
permitidos a los humanos, que son los límites que nos marca
el Libre Albedrío.
De hecho, la práctica del tantrismo, en el Tíbet, desembocó
en gravísimos problemas, que llevaron al budismo Tantríca,
a prácticas de magia negra, entroncando con la aparentemente
desaparecida secta Bön, con consecuencias nada positivas.
De ello da cumplida información H. P. Blavatsky denostando
sobradamente estas prácticas.
Estas prácticas fueron exportadas a Japón por el monje
Kukai en el siglo IX, en el monte Koya, donde se asentaron.
En Japón tomaron el nombre de Budismo Shingón.
El Monte Koya (Koyasan) es el centro más importante del Budismo
Shingón en Japón, situado en las montañas de
la prefectura de Wakayama, al sur de Osaka.

Está situado en un valle rodeado de los ocho picos de la montaña
del mismo nombre, junto al pueblo de Koya, en un lugar que se creía
sembrado de lotos. Koyasan deriva de Kongobuji, nombre del templo
más importante del lugar, que significa "Templo de la
Montaña del Diamante".
El asentamiento original fue elegido por el monje Kukai en el año
819 como cuartel general del Budismo Shingón japonés.
A unos 800 metros de altitud, al oeste de la península de Kii.
Allí se construirían a lo largo del tiempo, los 120
templos que ocupan el valle y una universidad dedicada a estudios
religiosos.
En este monte además se encuentra el mayor cementerio de Japón
y uno de los más antiguos, donde se encuentra el mausoleo del
monje Kukai, el creador e iniciador de la serie de los 120 templos.
Siendo
el templo de Danjogaran, el corazón del Monte Koya.
Las leyendas sobre este mausoleo son muy abundantes y realmente estremecedoras,
tal y como pudimos comprobar en grupo, dentro de este cementerio,
del que tuvimos que salir, siendo expulsados por fuerzas invisibles,
de una forma muy extraña.
Un grupo de 24 personas nos dividimos en dos, empujados por unas extrañas
fuerzas, una parte hacia la entrada y la otra, a una salida al fondo
del cementerio, sin poder tener la menor opción a decidir.
Solo
al reencontrarnos después de un largo recorrido, pudimos intercambiar
impresiones. Mientras lo hablábamos, a todos se nos ponían
los pelos de punta.
En un viaje que hice al Tíbet, pude ser testigo de la enorme
diferencia que existía entre las dos tendencias budistas, El
Budismo tántrico, también llamado de los Ningmapas,
que son los monjes que van vestidos de rojo y el Budismo Karmapa también
llamado de “los Gelugpas”, que son los monjes que van vestidos de
amarillo.
En
los templos Tantrícas o Ningmapas, se respiraba un claro y
denso ambiente materialista, donde sus altares rebosaban de dinero,
en una clara invitación a depositar más dinero como
ofrenda.
Mientras que en los templos Karmapa o Gelugpas, se respiraba una limpia
atmosfera de espiritualidad, templos de una rigurosa austeridad y
sobriedad espiritual, que te enganchaba, nada más entrar en
ellos.

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El budismo Karmapa, es el Budismo Zen en Japón y según
pude constatar, al menos en una fugaz visita de 48 horas a uno de
estos templos en Japón, mantienen la misma pureza original,
que en el Tíbet.
En este templo tuvimos el privilegio de poder asistir a una de sus
sesiones diarias de lectura de los antiguos textos Vedas. Fue una
experiencia que nos marcó de forma excepcional a todos los
que pudimos asistir a él.
Volviendo al tema que nos ocupa, considero importante comentar sobre
una técnica utilizada por los tantrícas y otras comunidades
orientales, “la inyaculación”, sin la cual sería prácticamente
imposible mantener el número de relaciones sexuales que mantenían
y que sin la menor duda siguen manteniendo, con la frecuencia y la
intensidad de las mismas.
Esta técnica, derivada del profundo conocimiento de la medicina
tradicional oriental, que permite separar el orgasmo, de la eyaculación,
mediante determinados ejercicios de CHI QUN. Consiguiendo de esta
forma mantener un número ilimitado de relaciones sexuales por
parte del hombre, ya sea con una o con varias mujeres, sin llegar
a tener ninguna eyaculación, pero al mismo tiempo, pudiendo
disfrutar de todos los orgasmos, que se presenten.
Mediante esta técnica, se puede llegar a conseguir, junto con
otras técnicas amatorias, los diferentes niveles de orgasmos,
a los que me he referido anteriormente.
Para conseguir esta técnica, se necesita un entrenamiento adecuado,
no demasiado complicado, pero que se debe practicar al menos, a lo
largo de un periodo mínimo de unos 40 días, hasta haber
conseguido que la técnica repetida se llegue a integrar en
uno mismo.
Esta técnica se debe practicar, tanto por los hombres como
por las mujeres, para conseguir elevar los orgasmos hasta el nivel
de la cabeza.
Previamente, se practica en privado y cuando se alcanza un nivel de
control mínimo necesario, se tiene que practicar en pareja.
En el Tantra se dan muchas técnicas para conseguir este control,
en cuanto a la mecánica de los mismos.
Existen algunas escuelas que han facilitado la transmisión
de muchos de estos conocimientos orientales a la sociedad occidental.
Estas escuelas nos han transmitido múltiples técnicas,
por lo que tenemos donde elegir de acuerdo al gusto personal de cada
uno, en cuanto a la forma de enfocar estas relaciones.
La necesidad de tener que dominar la técnica de la inyaculación,
por parte del hombre, deja de manifiesto la debilidad del sexo masculino
en las relaciones sexuales, además de otras consideraciones.
Como ya he apuntado anteriormente, no es necesario tener una pareja
estable, para llevar a cabo estas prácticas, aunque sí
se entiende que debe de existir un cierto atractivo entre ambos, con
el fin de facilitar todo el proceso y establecer una adecuada coordinación
en todo el procedimiento.
Como en todas las actividades en la Vida, la Atención juega
un papel primordial. Sin una adecuada atención, no se puede
llegar a conseguir ningún éxito, en nada.
Además, es fundamental algo que es completamente desconocido
en el sexo: “la tranquilidad”.
“A mayor tranquilidad, lentitud, y suavidad, mayor nivel de excitación.
A mayor rapidez y dureza, se pierden muchas de las virtudes importantes
del sexo, y se reducen las enormes posibilidades del mismo”, cuando
se limita su acción al orgasmo genital.
Es evidente que esta práctica tranquila del sexo, no se podrá
practicar en situaciones de entrada muy calientes, pero una vez se
haya conseguido desahogar la pasión inicial, poco a poco se
puede ir utilizando la práctica de la tranquilidad, que permitirá
subir la tensión sexual a cotas elevadísimas.
Existen dos vías principales de acercamiento, una es la vista
y la otra es el oído; son los dos sentidos que facilitan la
entrada a la aproximación inicial.
Mediante estos dos sentidos se producen el mayor número de
atracciones preliminares.
También el olfato suele jugar un papel importante en los acercamientos
iniciales, en algunos casos.
La vista es importante, porque los ojos son las ventanas del hígado.
En el hígado, junto con la vesícula Biliar, es donde
reside la conexión física del cuerpo astral, en el plexo
solar.
Para que lo podamos entender mejor, diré que es como la CPU
de un ordenador.
Los oídos son las ventanas de los riñones y estos son
los que rigen todo el sistema nervioso, la médula espinal,
el cerebro y los huesos, también la médula ósea,
donde se produce una gran parte de la sangre, siendo la función
de los riñones, la encargada de producir el semen en los hombres.
Además, el cerebro, considerado en la medicina tradicional
oriental como el mar de las médulas, lo podemos considerar
también como una CPU conectada con el cuerpo mental.
Los riñones son los responsables en gran parte de todo esto,
al comandar el sistema nervioso, lo que les da una importancia extraordinaria
en todo el proceso.
Cuando se establece la cercanía en una relación ya asentada,
intervienen el resto de los sentidos que, al ir avanzando, se tendrán
que utilizar en profundidad todos ellos.
Así que no podemos dejar de lado la importancia de los otros
órganos, como, el corazón, los pulmones y el bazo, que
interactúan en todo el proceso de una forma extraordinaria.
Los pulmones rigen la piel, que es el órgano más grande
de todo el cuerpo, puesto que no sólo se trata de la piel exterior,
sino también del tejido de los pulmones y del intestino grueso,
se consideran piel a efectos de energía, a pesar de que tengan
funciones distintas.
El bazo que, en la medicina tradicional oriental, su elemento es la
tierra, es el centro de los otros órganos. Tiene su expresión
externa en los labios y en la boca, elementos de nuestro cuerpo que
tienen una importancia vital en la relación sexual.
En cuanto al corazón, su expresión externa es la lengua,
y ya se sabe el protagonismo que ésta tiene en una relación
sexual.
Sea en el Tantra, o sea en una relación que nada tenga que
ver con esta técnica, lo importante es mantener un ritmo adecuado
de excitación, con el que se pueda ir incrementando el calor
interno de forma lenta y suave, descubriendo mediante las caricias,
los abrazos y los besos, en todo el cuerpo de la pareja, todas las
reacciones que generen un placer. Recreándose en aquellos puntos
erógenos más específicos, que les resulten más
excitantes e incidiendo en ellos, de forma lenta y suave al principio,
e incrementando el ritmo poco a poco, de acuerdo a la forma de entenderlo
de la pareja.
Las palabras bonitas, los besos y las caricias son uno de los mayores
potenciadores de la excitación sexual que existen.
En las mujeres, los pechos suelen ser uno de los puntos erógenos
más importantes, tanto que algunas pueden comenzar a tener
orgasmos solo con la manipulación adecuada de los mismos. Si
el hombre está capacitado adecuadamente para estas técnicas,
en estos casos, puede llegar a conseguir disparar, un número
ilimitado de orgasmos en la mujer, incluso antes de la penetración.
Lo más interesante de todo esto, es el hecho de que cuando
se consigue este nivel de coordinación entre la pareja, el
orgasmo de la mujer afectará al hombre, hasta el punto de provocar
en él poderosos orgasmos, incluso sin penetración. Todo
esto es debido al enorme potencial energético que se genera
en todo el proceso, y que trasciende fuera del cuerpo físico,
afectando tanto al cuerpo emocional como al cuerpo mental. Cuando
se aplica de forma coordinada el escalonamiento de los “pequeños”
orgasmos, es cuando se pueden alcanzar los grandes orgasmos.
Con esta técnica, se trata de escalonar la excitación,
de forma que cuando se está aproximando el orgasmo por uno
o por el otro, se trata de parar o más bien relajar la actividad
un momento. Cuando la excitación se ha calmado un poco durante
un corto tiempo, que dependerá de ambos, se vuelve a retomar
lentamente, pero partiendo ya de un nivel más elevado. De esta
forma se va ascendiendo lentamente a una excitación que dará
lugar a grandes orgasmos.
Todo lo que se pueda parar y retomar en un nivel cada vez más
alto, hará que cuando se produzcan los grandes orgasmos, éstos
se producirán en los niveles más elevados. Evidentemente,
este nivel de control no se puede conseguir sin una práctica
adecuada, pero es perfectamente posible cuando entre la pareja o las
parejas, se haya llegado a obtener una coordinación y sincronía,
al menos aceptable. Esto ocurre debido a la poderosa energía
sexual que se genera entre ambos, y que se expande fuera de sus cuerpos,
entrelazándose en sus auras, que irá creciendo en intensidad
conforme se lleva a cabo la experiencia. En este proceso se fusionan
las dos auras de energía en una energía conjunta, que
al unificarse ambas, se forma una sola aura entrelazada.
Este aura, suma de las dos auras, da por resultado una multiplicación
exponencial de la dos auras en una sola. Esta energía tan potente
ayuda a modificar de forma muy positiva todas las funciones de todos
los órganos.
Esta
increíble y poderosa energía se puede aprovechar para
beneficiar la salud de ambos. Además, practicada con cierta
frecuencia, genera un rejuvenecimiento extraordinario, pues activa
las hormonas tanto masculinas como femeninas.
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Para poder llegar a esta situación, como comentaba anteriormente,
las caricias son la clave principal en todo el proceso, puesto que
la piel entera se convierte en un solo punto erógeno, y los
puntos erógenos clásicos se tornarán mucho más
sensibles. Se podrá observar cómo al pasar las manos
por la zona que sea, la piel de ambos se erizará produciendo
un gran placer.
Mediante esta sencilla técnica, que se puede enriquecer con
la imaginación y con la improvisación, se puede llegar
a orgasmos importantes, incluso antes de la penetración, tal
y como apuntaba anteriormente.
La penetración debe de ser pospuesta en todo lo posible, llegando
a ella cuando se hayan explorado todos y cada uno de los poros de
la piel y el acuerdo de la pareja sea unánime.
Al llegar a este punto, se habrá puesto en todo el proceso,
un grado de atención que habrá permitido descubrir y
desarrollar la percepción y descubrimiento de la persona que
tenemos en nuestras manos, estableciendo un nivel de acercamiento
y cariño, poco común, al poder comprender muchos aspectos
de esta persona. Comprensión que se acrecentara con la práctica.
La penetración si se lleva de la misma forma que en todo el
proceso anterior, de forma suave y lenta, el nivel de excitación
que ya habrá impregnado a ambos, comenzará a tomar una
intensidad creciente, que envolverá a los dos practicantes
en una poderosa aura de energía sexual, ya explicada anteriormente.
Un aura de energía superior a la que se consigue mediante una
simple relación de órganos sexuales, completamente animal
y carente de las posibilidades de contacto, que el ser humano es capaz
de alcanzar.
Existen libros sagrados en los que se instruye sobre todo esto, pero
que han tenido una mínima aceptación, y a pesar de ello
y por desgracia, se han derivado estas magníficas relaciones,
a una relación puramente animal, envuelta de una serie de tabús
que han deformado por completo, este regalo que se nos ha dado, por
la Divinidad.
No tengo la menor duda de que incluso, este artículo, con el
que simplemente pretendo informar de otras posibilidades sobre el
sexo, habrá a quien le resulte rompedor y demasiado salido
de tono.
Tengo que añadir algo de suma importancia sobre este particular.
Se
trata de alertar a los hombres, para evitar las eyaculaciones en todo
lo posible, siempre que no se vaya a utilizar para la procreación,
ya que un exceso de las mismas, supone un envejecimiento prematuro
y en algunos casos la posibilidad de desarrollar enfermedades degenerativas.
Para ello no se trata de mantener una abstinencia, sino aprender la
técnica de la inyaculación, que separa el orgasmo de
la eyaculación. Permitiendo de esta forma, un número
ilimitado de relaciones, sin desperdiciar una valiosa energía,
como es el semen.
Semen “cuya energía” se recupera y recicla mediante esta técnica,
aprovechando su poder y energía para incrementar la salud y
la fuerza sexual y física, en vez de derrocharla innecesariamente.
De esta forma también se podrán evitar las tan habituales
y temidas inflamaciones prostáticas, que los hombres sufrimos
a partir de cierta edad.
En el caso de la mujer, la frecuencia de relaciones debidamente encauzadas,
proporciona un gran nivel de salud y son una fuente de juventud, al
promover todas las hormonas femeninas, de forma natural.
Es muy importante, también, añadir que la salud emocional
y mental se verán incrementadas de forma exponencial. Evita
la acumulación de emociones parásitas, que, mediante
las relaciones sexuales, se equilibran y se eliminan perfectamente.
De esta forma se evitan también depresiones, por sobre presión
de hígado, que son tan comunes y habituales en las mujeres,
de forma mayoritaria, con respecto al hombre.
Estas depresiones que en la gran mayoría de las veces no se
tienen en cuenta, o no se saben descubrir hasta que la ansiedad, la
tristeza, la frustración y otras patologías aparecen,
son en muchas ocasiones fruto de la abstinencia sexual, que se pueden
evitar y prevenir perfectamente mediante el sexo, debidamente encauzado.
En una pareja, en la que ambos, tengan un nivel similar de deseo sexual,
y que el hombre conozca la técnica de inyaculación,
esta pareja puede llegar a ser perfecta, puesto que, mediante estas
relaciones, se liman asperezas y diferencias de carácter que
son absolutamente normales, pudiendo llegar a conformar una pareja
casi perfecta, que disfrute de una total complicidad en todos sus
actos diarios.
Tenemos que observar que no hablo de amor, puesto que el verdadero
amor es otra cosa muy diferente, al que solo muy pocos llegan a alcanzar.
Por esa razón, al no haber aprovechado estas relaciones de
forma adecuada en los años “calientes”, vemos en demasiadas
parejas mayores, con muchos años juntos, una desafección
que tiene que hacer la vida muy dura, en los últimos años.
Pero la opción de la separación, a veces es peor, por
la soledad que conlleva.
Para estas parejas puedo recomendar retomar con un cariño renovado
y en muchas ocasiones haciendo un pequeño esfuerzo, esta actividad
tan sana y renovadora.
Hoy en día hay psicólogos muy preparados que pueden
reconducir estas actividades a quienes no se vean capacitados personalmente
para ello.
Por
lo que recomiendo encarecidamente recurrir a ellos, puesto que los
beneficios que se pueden obtener son muy grandes.
En los casos en que los deseos no sean similares, se plantean otros
problemas, que solo se pueden solucionar mediante su exposición
con total sinceridad, honradez, mucho cariño y comprensión
de la situación. Esta situación pudiera en según
qué casos, llegar a ser muy problemática y ser motivo
de plantearse la separación. Pero si la pareja se quiere y
además tiene muchas otras cosas en común, es muy recomendable
buscar ayuda en algún profesional capacitado para estos casos.
No podemos olvidar que el sexo, es uno de los nexos de unión
o desunión en las parejas, es uno de los elementos más
importantes para mantener viva una relación elegida de común
acuerdo en tiempos remotos para ellos. Dejar morir estos sentimientos
por la incapacidad de solucionarlos, cuando hay solución, es
una gran pérdida de muchos factores vitales.
Es posiblemente la perdida, de lo más importante de lo que
hemos venido a hacer en este mundo, puesto que es una de las vías
de comprensión de nuestro destino divino.
Solo hay que ver que, en la unión sexual bien encauzada, es
cuando se funden ambas personalidades en una sola, por lo que supone
a su vez la búsqueda de nuestro ser andrógino. Cuantas
más veces repitamos la experiencia, mejor entenderemos nuestro
destino eterno.
Lo más triste es que la inmensa mayoría, opta por solucionar
este problema fuera de la pareja, pero en secreto. Esta mentira, mina
profundamente cualquier vínculo afectivo que pudiera existir
y llega a provocar con el tiempo, problemas de pareja mucho mayores.
En según qué casos, podría ser una solución,
plantearse colaboraciones externas, pero juntos y de común
acuerdo. Puede parecer algo disruptivo, pero he conocido muchos casos
que de esta manera han podido solucionar sus diferencias felizmente.
Hoy en día, para los que no tienen pareja fija, parece que
no hay demasiados problemas y muchos tendrán la posibilidad
de encontrar en las múltiples relaciones que se llevan a cabo,
a esa persona que le completamente perfectamente en esta área.
Ya que se puede elegir entre una amplísima gama, de la gran
oferta que hay en las redes sociales.
Sobre este tema podíamos proponer un debate, puesto que hay
detractores y los que no lo son. Pero voy a dar mi opinión
en base a los posibles beneficios que aquellos que están solos,
pueden obtener.
A día de hoy y como ha ocurrido siempre, hay muchísima
gente que prefieren vivir en soledad, también es cierto que
mucha gente no encuentra la persona adecuada y tiene que vivir en
soledad, en vez de en pareja, por necesidad. Para estas personas,
estas relaciones esporádicas les pueden solucionar parte de
esta soledad. No es lo ideal, pero cuando no hay otra cosa, menos
es nada.
Muchos de los que acceden a estas redes, vienen de matrimonios fracasados,
por lo que ya llegan vacunados en mayor o menor medida, para volver
a establecer una nueva relación fija.
En estos casos, estas relaciones pueden proveer una salud psicológica
ante la soledad, además de facilitar un gran número
de posibles amistades, que algunas de ellas pueden cuajar, al menos
como amistad. En estos casos, si no se tienen las necesarias precauciones
profilácticas, es muy fácil que se acabe con alguna
enfermedad de tipo sexual. Al parecer estas enfermedades en la actualidad,
se están disparando sin demasiado control.
Sea el ámbito que sea, donde se practique el sexo, siempre
se pueden aplicar estas sencillísimas técnicas, sintetizadas
de las enseñanzas tántricas y, sobre todo, mediante
el más elemental sentido común, derivado de experiencias
vitales, en los que los éxitos y los fracasos se alternan,
tal y como la vida propone.
A pesar de las innumerables tendencias que la sexualidad ha ido teniendo
a lo largo de los siglos, los humanos todavía no hemos conseguido
encontrar una forma adecuada “a nivel social”, de encauzar estas prácticas.
Por lo que finalmente tiene que ser cada uno de forma individual,
quien tiene que gestionar su propia sexualidad, guste o no al resto
de la sociedad.

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De lo que no cabe la menor duda, es que el ser humano, “en términos
generales”, es polígamo por excelencia. No es una afirmación
gratuita mía, es una constatación histórica de
nuestras relaciones a lo largo de toda la historia conocida y desconocida.
La abstinencia de estas relaciones, cuando la fuerza de las hormonas
presiona, puede conducir y de hecho conduce, a graves problemas de
salud, como ya he dejado claro anteriormente.
Estos problemas tienen una gama de expresión interminable,
desde canceres a profundas depresiones, o a graves desviaciones patológicas
de tipo psiquiátrico, además de las desviaciones que
ha generado y que hoy en día se están destapando y estamos
comenzando a ver, que son realmente aberrantes.
Las religiones occidentales, no han ayudado nada en el entendimiento
de esta práctica, a pesar de que en libros sagrados se aconsejan
formas adecuadas para llevar a cabo estas relaciones.
Por desgracia, puedo afirmar sin el menor miedo a equivocarme, que
las religiones han llegado a manipular estas relaciones de tal forma,
que han profundizado mucho más estas patologías, sin
darles la menor salida.
La psiquiatría actual, estudia estas patologías y al
menos de momento, solo ofrece soluciones químicas para paliar
algunas de ellas.
Mientras que la sociedad en su conjunto no facilita soluciones, éstas
se tienen que buscar como siempre a nivel individual, buscando salidas
de la forma que mejor se entienda.
Así tenemos una sociedad de una enorme hipocresía, con
matrimonios monógamos que, en una inmensa cantidad de casos,
resuelven sus conflictos amatorios con varios amantes, por ambas partes,
fuera del matrimonio, por lo que la poligamia es un hecho irrefutable.
Hoy en día, con estas políticas psicóticas, se
ha llegado a discriminar y culpabilizar al hombre, como culpable de
todos estos problemas y se hace desde plataformas políticas,
con un solo objetivo, el enfrentamiento entre ambos sexos. Pero no
hay que olvidar que el sexo es una práctica que se lleva a
cabo entre al menos dos personas, por lo que la culpabilización
del hombre se muestra como una manipulación política
más, para conseguir una división social.
Aquí tengo que añadir algo de suma importancia y que
creo que es desconocido para la inmensa mayoría.
La parte más afectada, siempre hablando en términos
generales, en la ausencia de sexo, en la ausencia de cariño,
y relaciones sociales, es la mujer, aunque no podemos excluir al hombre.
La mujer necesita mucho más sexo que el hombre, la carencia
del mismo, crea más patologías en la mujer que en el
hombre, ya que el hombre puede aliviar sus necesidades con más
facilidad, de formas sencillas y podríamos decir también
básicas, mientras que la mujer necesita mucho más del
contacto con el hombre. La mujer necesita la energía de fuego,
la energía Yang, para aliviar y estabilizar sus vehículos
y físicamente las hormonas femeninas y toda su complicada psicología.
Esta necesidad es debida al aporte de la energía de fuego,
que el hombre aporta de forma natural y que hace que la mujer pueda
estabilizar su energía Yin, más fría, al recibir
el Yang del hombre, que es una energía más caliente.
En este caso no hablamos en términos de temperatura, sino en
términos de energía, que tiene una onda de frecuencia
diferente y no solo físicamente sino también en las
otras dimensiones.
En el caso de la mujer, la autosatisfacción y también
la relación lésbica pueden solucionar temporalmente
la carencia del hombre. Pero con el tiempo, se producirán trastornos
de salud, que difícilmente se podrán identificar como
origen en la carencia de estas relaciones por la medicina occidental,
ya que no tiene en su haber este ancestral conocimiento.
En el caso del hombre, la autosatisfacción facilita un desahogo
efectivo a nivel hormonal, aunque la ausencia de la parte femenina
afectará con el tiempo sus niveles emocionales también.
Sobre este tema la medicina tradicional oriental, es una gran maestra
y por mi experiencia como conocedor de esta medicina y de más
de 22 años de práctica de consulta, he podido constatar
en ella, estas enseñanzas, de forma práctica.
He podido comprobar cómo la mujer, cuando sus necesidades hormonales
le imponen la necesidad de sexo y no lo tienen de forma adecuada,
sufren muchas más patologías centradas en la energía
del hígado, e incluso en la de pulmón, que el hombre.
La explicación científica que la medicina tradicional
oriental ofrece, es muy rica y esclarecedora, además constatable
cuando mediante la acupuntura, se equilibran las energías que
el exceso o la deficiencia de energía generado por el desequilibrio
de las hormonas femeninas que no han tenido salida, se equilibran
mediante la acupuntura.
Cuando después del tratamiento, esta persona sigue sin tener
los contactos deseados, todo se vuelve a desequilibrar, pero se equilibran
de forma espontánea una vez se tienen las relaciones deseadas.
Además, se puede ver claramente, que cuando esa persona sigue
sin tener esa relación tan deseada, o la pierde, vuelve a desequilibrarse
todo, en poco tiempo.
Aquí se puede ver con meridiana claridad cómo muchos
de los problemas humanos, tienen en muchas ocasiones la solución
de forma muy sencilla, sin tener que aportar ninguna medicina química
o de hierbas, solo con modificaciones sociales o de comportamiento.
Sobre todo, se desequilibra la función del hígado, que
es el saco de todas las emociones y en donde se acumula una energía
que hace que se produzcan aquellas patologías de las que hablaba
anteriormente.
También en algunas mujeres, esta carencia de relaciones, la
soledad y la tristeza, que pueden llevar consigo, llegan a afectar
a la función de los pulmones.
Hablar de que el sexo tiene que estar regido por el amor, es una profunda
hipocresía.
Primero
porque el amor no es precisamente lo que une a las personas, si no
otros muchos factores sociales, fundamentalmente centrados en intereses,
ya sean materiales o emocionales de todo tipo.
La atracción en las primeras etapas, es un factor definitivo.
La atracción comienza siendo física y esta da lugar
a una atracción emocional y en algunos casos, los menos, a
una atracción mental. Pero en la inmensa mayoría de
los casos, la atracción no pasa de ser física y como
mucho emocional.
Es decir, los vínculos que se establecen en la gran mayoría
de las parejas son muy superficiales, por lo que cuando el fuego de
la pasión, se apaga, la pareja fracasa.

De ahí, los enormes fracasos matrimoniales que hoy podemos
ver. El problema adicional a estos fracasos, es la falta de dialogo
y la falta de búsqueda de entendimiento, entre ambos.
No podemos mirar para otro lado, cuando vemos la gran cantidad de
tiempo que los humanos dedicamos al sexo, o a su búsqueda,
con todo lo que esto lleva consigo.
En la cultura musulmana, la posibilidad de poder tener hasta cuatro
mujeres, tiene sus beneficios para ambas partes, en el caso de las
mujeres que, debido a la menor cantidad de hombres, muchas de ellas
pasarían sus vidas solas y sin poder tener hijos. Aunque tengan
que compartir a un hombre, con otras, al menos tiene una vida familiar
e hijos, que posiblemente de otra forma no hubieran podido tener.
En el caso de los hombres, que tienen que atender a sus mujeres, tienen
colmados sus deseos de sexo, al tener a varias mujeres en exclusiva
para ellos. Esto se hace más grave en tiempos de conflictos
bélicos, que como ya sabemos, es casi siempre, lo que hace,
que la falta de hombres, llegue a ser un verdadero problema.
Esto para el hombre puede parecer una ventaja de entrada, también
supone una servidumbre enorme, al tener que atender a varias mujeres
que, como esposas con sus derechos, exigirán al hombre, sus
servicios sexuales. Además, el hombre tendrá que atender
a una prole numerosa, fruto de estas relaciones.
He conocido en ciertos lugares de África a hombres con más
de 70 hijos, fruto de matrimonios y divorcios sin fin.
En el caso de las mujeres musulmanas, podríamos decir que tener
un marido que se ocupa de ellas, aunque tenga que dividir su tiempo
entre cuatro, es una vida más relajada para ellas, puesto que
se entiende, que los escarceos amorosos fuera del matrimonio para
estas mujeres, son imposibles, o se juegan la vida en ello, debido
a sus reglas sociales.
Esto supone una dedicación, en exclusiva a la familia, teniendo
que dejar de lado otros aspectos que puedan ayudar en la propia evolución,
e incluso de disfrute de la vida.
En la vida occidental, a pesar de que el matrimonio es oficialmente
monógamo, la actividad sexual real, se extiende en un gran
número de casos fuera del matrimonio, por ambas partes, lo
que implica una dedicación a estas relaciones, que también
hay que detraer de otras actividades que se podrían hacer en
la vida. En este caso, además, se ha de llevar a cabo de forma
secreta, lo que implica, una mayor complejidad y estrés.
En
el mundo occidental, la mujer tiene las mismas posibilidades que el
hombre, en cuanto al tiempo que les dedica a las actividades amatorias,
a pesar de que no estén tan bien vistas, como lo están
en el caso del hombre.
A
pesar de todo, la sociedad occidental tal y como está estructurada
se lo permite. Así que vemos cómo una gran parte de
nuestro tiempo lo dedicamos al sexo, o a la búsqueda del mismo.
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Esto también supone una aventura y con ella, la generación
de un nivel de adrenalina extra, que hace que el engaño, pueda
tener más interés.
Lo que está muy claro es que no se puede poner puertas al campo
y menos cuando el campo es inmenso.
Ante esta situación caótica, mantenida a lo largo de
miles de años y sin la menor solución por parte de nadie,
la pregunta que se nos plantea es muy clara.
¿Cómo podemos enfrentar este problema, sin remordimientos
de conciencia y sin problemas de salud? Evidentemente la respuesta
no es nada fácil y por supuesto no se puede dar una solución
general a los miles de millones de problemas personales que existen.
Solo puedo aportar una humilde opinión a ciertos sectores sociales,
que de forma sincera buscan una salida digna y verdadera, a estos
interrogantes existenciales.
Para empezar, nos tenemos que plantear en firme que somos propietarios
de unos órganos sexuales visibles, pero a su vez estamos compuestos
de complicados elementos emocionales y mentales que activan de forma
inmisericorde ciertas hormonas. Esto forma parte de nosotros, como
forma parte cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, y de todo
nuestro ser. Por esta razón no podemos obviar esta realidad.
En muchas parejas las necesidades sexuales no están equiparadas
y a pesar de que se mantenga una lealtad firme y sincera, y un cierto
amor entre ambos, esto no excluye al que tiene las hormonas más
activas, de un sufrimiento provocado por la abstinencia.
Para estos casos, solo puedo recomendar una absoluta sinceridad en
la pareja y enfrentar la situación de la mejor forma posible
para paliar los extremos.
Las conclusiones a las que se pueda llegar, pertenecen a la intimidad
de la pareja y pueden ser infinitas, como he podido constatar en los
más de 22 años que mantuve la consulta de acupuntura,
donde asistí a muchísimos casos relacionados con este
problema.
El sexo en el ser humano, no está destinado de forma exclusiva
a la procreación. Si pudiéramos “estar atentos” en estas
relaciones, podríamos ver que, en ellas, se mueven una serie
de energías muy poderosas que están ahí y que
actúan en todo momento, a pesar de que no seamos conscientes
de ello.
Estas energías se mueven también en los planos emocionales
y mentales. Siendo tales energías un poderoso elemento de acción
en esos planos más sutiles y sin la menor duda, un promotor
de una poderosa magia que, pudiendo ser conscientes de ella, y utilizada
de forma correcta, se puede llegar a utilizar de forma adecuada para
potenciar la calidad y fortaleza de nuestros vehículos de manifestación.
De
hecho, el uso incorrecto de estas relaciones produce graves alteraciones
en nuestros vehículos.
Sobre este particular, recuerdo cómo Vicente Beltrán
Anglada en una de las muchas reuniones que mantuvimos en grupo, alguien
de nosotros le preguntó sobre qué consecuencias podrían
tener las relaciones homosexuales en la vida, a nivel espiritual.
Su respuesta fue muy clara y directa, respondiendo con una lección
magistral;
Vicente: Precisamente no hace mucho, un discípulo, le hizo
una pregunta muy similar al Maestro en el Ahsram y el Maestro nos
explicó lo siguiente:
“Efectivamente este tipo de relaciones traen consigo graves consecuencias
de larga y difícil solución. Cuando se producen estas
relaciones, las energías de los diferentes cuerpos no se entrelazan
adecuadamente, formando un cortocircuito en ellos.
Como
todos sabéis, en el hombre, el cuerpo físico es de carácter
positivo, el cuerpo emocional es de carácter negativo, y el
cuerpo mental es de carácter positivo.
Mientras
que, en la mujer, el cuerpo físico es de carácter negativo,
el cuerpo emocional es de carácter positivo y el cuerpo mental
es de carácter negativo.
En estas relaciones el cuerpo emocional, tanto del hombre como el
de la mujer, cambia de polaridad, afectando con el tiempo a los otros
cuerpos. Si las relaciones son esporádicas y no demasiado frecuentes,
este cuerpo sufre en el cortocircuito que se forma, pero no llega
a cambiar su polaridad, pero si estas relaciones son habituales, llega
un momento en el que el cuerpo emocional cambia de polaridad. Este
cambio de polaridad del cuerpo emocional, es un problema grave y de
muy difícil solución. Esto lo habréis observado
frecuentemente en las formas de actuar de personas que mantienen estas
prácticas, en las que el hombre cambia sus maneras masculinas
de actuar a unas formas afeminadas, e igual pasa con la mujer en la
que sus formas se transforman en formas más masculinas, en
su forma de actuar. Revertir este proceso es muy largo y doloroso
en cuanto a emociones se refiere. Lo más difícil es
llegar a reconocer este proceso y cambiar la forma de actuación,
con la conciencia de revertir todo el proceso. Estos cambios suelen
costar muchas vidas de grandes sufrimientos, cuando se quiere revertir
el proceso, y en el caso de no hacerlo, su evolución llegará
un momento que quedará estancada, hasta que se produzca el
reconocimiento y con él, el necesario cambio para limpiar el
karma creado sobre sus vehículos”.
Aquella enseñanza, me impresionó muchísimo, puesto
que desconocía el proceso y pude entender entonces la razón
por la que, desde altas instancias de los poderes mundiales, se están
promocionando estas prácticas homosexuales.
Entonces
fui consciente de que lo que se estaba pretendiendo, era paralizar
en todo lo posible, la evolución humana desde niveles muy altos
de poder, donde se asienta el poder de los hermanos de la Faz Obscura.
Aquello
me abrió la mente también, para entender, que la humanidad
se estaba despertando rápidamente y las fuerzas obscuras, tenían
y tienen prisa, para parar esta evolución de forma urgente.
Otra
conclusión que pude sacar de aquella enseñanza, fue
que las relaciones sexuales entre ambos sexos no eran ningún
obstáculo, ni estaban prohibidas de ninguna forma desde niveles
espirituales elevados, estando éstas regidas como todo lo demás,
por las Leyes del Universo.
El sexo está regido por la Ley de la Polaridad Universal y
toda extralimitación de la misma, genera el karma correspondiente,
que deberá ser limpiado en su momento, como toda otra trasgresión.
Hay opiniones que comparto, que después de unos ciclos de vidas
reencarnados en un sexo determinado, al volver en una vida cambiando
de sexo, por las leyes que la Naturaleza nos impone, se pueden producir
y de hecho parece que se producen tendencias al sexo de la vida anterior.
Esta
confusión entendible de todo punto, deberá ser enfrentada
adecuadamente por la persona afectada, para darle la mejor solución
posible, en cuanto a su entender.
Si una persona lo que busca es la verdad y el respeto de las leyes
naturales, pronto encontrará la solución y reconducirá
su actividad sexual en el sentido correcto.
Por
otra parte, es muy importante dejar muy claro que la sexualidad en
toda la naturaleza está regida por la Ley Universal de la Polaridad.
Esta
ley rige para el átomo más elemental, así como
para una galaxia o un Universo, pasando por planetas, soles, sistemas
solares etc.…
Pretender ir contra una ley de semejante poder y dimensión,
que rige todos nuestros actos, hasta los más elementales, como
la electricidad y todos los fenómenos que somos capaces de
ver y los que no podemos ver también, es como menos un acto
de verdadera soberbia.
Pero la profunda estupidez humana es capaz de eso y mucho más.
Comprendí que la abstinencia sexual obligada, para ascender
espiritualmente, era otra invención errónea más,
de los miles de invenciones que el hombre se inventa, siempre buscando
darle una vuelta de tuerca más, a todo lo que se le ponga por
delante y más si se trata de imponer algo a los demás.
Más adelante descubrí que, en determinados trabajos
espirituales, es necesaria esa abstinencia de forma temporal, pero
que una vez concluido el trabajo, se puede seguir practicando el sexo
sin el menor problema.
La
forma correcta de trascender el sexo, no es parándolo, sin
entender toda su complejidad y sin haber podido llegar a su consumación
final.
La trascendencia del mismo se consigue una vez se haya llegado a elevar
el Kundalini al centro laríngeo y esto está todavía
al alcance de muy pocos.
El
autoengaño de haber superado esa elevada fase evolutiva, trae
consigo graves problemas, como he mencionado anteriormente.
En una pareja sexual adecuada, puedo asegurar que el mantener “una
atención a todo el proceso”, desarrolla y abre puertas entre
ambos participantes que, de otra forma, sería imposible conseguir.
Los niveles de sutilidad que proporciona “la Atención” en estas
prácticas, son realmente únicos y una poderosa ayuda
a la evolución.
Mediante
el sexo, se llega a una comunidad de sensaciones y sentimientos sutiles
y muy profundos, que permiten entender a la otra parte y, sobre todo,
permite comprender un proceso de pura magia superior, descubriendo
aspectos de la naturaleza humana, que de otra forma no sería
posible descubrir. Cuando se comienza a mantener una atención
más allá de lo físico, en una relación
sexual, las energías que se entremezclan comienzan a potenciarse
de forma exponencial y el sexo deja de ser algo mecánico, para
comenzar a ser algo único cada vez, de esta forma se refuerza
la conexión entre la pareja, sin necesitar que se trate de
una pareja fija, ni de tener que estar unidos por el amor emocional,
que unen millones de matrimonios y parejas. Amor que como ya sabemos,
desemboca en muchos de ellos en fracasos estrepitosos. Solamente tratando
de estar “Atentos” a todo el proceso, la magia se desvela ante los
ojos de ambos participantes. Espero que mediante este escrito haya
podido clarificar algo de este misterio del sexo que, por ser tan
familiar, pensamos que lo tenemos superado, pero que por mal que nos
pese, seguimos tan ignorantes como al principio. No cabe duda que
la evolución personal, el interés por el conocimiento
y sobre todo por la búsqueda de la sabiduría, favorecen
el entendimiento de este misterio, pero también es cierto que
la vida, en muchas ocasiones no nos permite tener las suficientes
y adecuadas experiencias, que nos podrían ayudar a comprenderlo
mejor.
En definitiva, el karma delimita, nuestras posibilidades y nuestras
acciones vitales en gran medida. Nos queda aprovechar en todo lo posible
las oportunidades que la vida nos ofrece, con la mayor “Atención
posible”.
Enero
de 2025
Javier Antolínez