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El
Tabú del Sexo y su enfoque holístico (Anexo)
Cómo
activar las 3 glándulas de la evolución
Estas
técnicas han sido entresacadas de diferentes fuentes.
Mme. Blavatski se refiere a ellas en varios de sus escritos, aunque
no recuerdo que fueran tan explícitos, por lo que sin duda
fueron recopilados y desarrollados por seguidores suyos de forma mas
extensa.
Lo que sí deja muy claro, es una crítica sobre los monjes
tibetanos tantrícas, que con un abuso descontrolado de estas
técnicas las desarrollaron muy fuera de todos los límites,
con resultados nada constructivos.
Por mi parte, dados mis conocimientos sobre la medicina tradicional
china y mi continua investigación sobre sus orígenes,
he podido acceder a ciertos conocimientos que coinciden en el fondo
y la forma con algunas teorías del pasado.
En momentos determinados llegaron a mis manos de forma directa, ciertos
ejercicios de Qi Gong para activar estas glándulas. No los
busqué, me llegaron cuando menos lo esperaba.
Uno de ellos me llegó de manos de un Lama Rimpoché en
el Tíbet, que al conocerme apartó a todos sus seguidores
que tenía a su alrededor y a todos mis compañeros de
viaje, para departir solo conmigo. Me sorprendió que solo al
asomarme tímidamente a la puerta del recinto donde él
se encontraba, me hizo entrar con un enérgico gesto, y sacó
a todos los que estaban allí dando la impresión que
estaba esperando a alguien como yo.
Fue muy amable, y entre él y yo se estableció de entrada,
una corriente de simpatía y de conexión extraordinaria.
A pesar de las dificultades lingüísticas, nos entendimos
perfectamente. Él mismo me facilitó estos ejercicios
mediante la mediación de un discípulo suyo, que sabía
chino, y de un amigo del viaje que sabía chino e inglés.
Este último me lo transmitió en inglés.
Me hizo tomar notas y, con toda la paciencia que allí se gastan,
me dedicó varias horas de una tertulia magnífica, muy
difícil de olvidar.
Al regreso del Tíbet a China, en la provincia de Shi Shuan,
me presentaron a un anciano Maestro, Doctor de medicina tradicional
china, que se interesó por mis conocimientos de acupuntura,
de los que le había informado mi gran amigo el Maestro Chen
con quien compartíamos aquel viaje.
Por desgracia ha fallecido recientemente. Le menciono aquí
como un pequeño homenaje a su sabia y bondadosa personalidad
y por la estrecha amistad que mantuvimos. Le deseo, desde el corazón,
que descanse en Paz.
A este Maestro, a quien pude tratar durante tres días con mis
técnicas de manopuntura, conseguí solucionarle unos
problemas digestivos que arrastraba desde hacia algunos años.
Además le enseñé, dejándole unos planos
de los puntos en las manos, y las agujas adecuadas, la fórmula
de cómo tratarlos en la mano, por si le volvían las
crisis.
Después de unos años, tuve noticias de aquel Maestro,
mediante mi amigo el Maestro Chen, que me enviaba saludos y un profundo
agradecimiento por mis tratamientos, que hicieron que no volviera
a tener nunca más aquellos problemas.
En agradecimiento, durante nuestra estancia, quiso trasmitirme unos
ejercicios de Qi Gong o Qi Kun, junto con unos ejercicios de respiración
combinados, con la acción coordinada de la base pélvica,
tal y como aquí voy a delinear en este escrito.
También tomé cumplidas notas que guardé celosamente
y que me han servido para entender posteriormente muchas cosas más.
Me sorprendió que parte de los ejercicios que me dio, eran
muy similares a los que me había dado el Lama.
Durante muchos años, mantuve aquellas notas guardadas, pero
sin prestarles atención, hasta que por ciertas circunstancias
las desempolvé de nuevo.
A partir de ahí, tuve mucho interés en conocer los orígenes
de aquellos extraordinarios conocimientos y me volqué a investigar
en todo lo que pude, no solo sobre el Tantra Taoísta, sino
también sobre la ciencia del Tantra Hindú.
Pude comprobar que los hindúes se centraban más en otros
aspectos, en particular en los pranayamas o ciencia de la respiración,
y en limpiezas de los canales respiratorios, como la garganta y los
orificios nasales, para dejarlos despejados de mucosidades y facilitar
las respiraciones, aparte de otras técnicas.
Finalmente comprobé que las dos formas llegaban al mismo sitio
y conseguían los mismos resultados por diferentes caminos.
Por mi enfoque, más centrado en la medicina tradicional china,
cuyos orígenes surgen del Taoísmo, me he decantado más
sobre estas técnicas, aunque he añadido ciertas respiraciones
muy útiles, que realizadas de forma coordinada agilizan de
forma muy segura todo el proceso.
No he incluido en este escrito todo lo recopilado, ni las técnicas
tantrícas para conseguir la inyaculación masculina,
puesto que son temas muy extensos que requieren un tratado independiente.
Estas técnicas que voy a exponer, son la base para cualquier
progreso, todo ello muy necesario, y más en nuestros tiempos.
Lo que voy a exponer aquí, son practicas básicas. Esto
es una síntesis útil de todas las técnicas que
he llegado a conocer, pero de una potencia extraordinaria.
Estas glándulas son:
La glándula Pineal, la glándula Pituitaria y la glándula
Timo.
La
glándula Pineal:
Está en el centro del cerebro entre ambos hemisferios. Se le
ha considerado siempre como el 3º Ojo para los hindúes,
el Ojo de Horus para los egipcios.
Esta glándula ha estado siempre considerada por las antiguas
civilizaciones como sagrada.
Es la encargada de conectar con lo superior.
Es la encargada de producir la melatonina, la hormona del sueño
y de los ciclos circadianos. Es muy importante dar a conocer que cuando
se ingiere melatonina para cubrir la falta de la misma se esta inhibiendo
el funcionamiento de esta glándula. Por lo que recomiendo es,
o hacer estos ejercicios, o buscar sustancias que ayuden a promover
la creación de melatonina por parte de la glándula pineal.
En niveles mas profundos es una antena, captando frecuencias muy sutiles,
modula la percepción del tiempo y del espacio, produce un compuesto
que genera unos estados ampliados de conciencia. Tiene células
similares a las del ojo, como si fuera un ojo interno.
Es un sensor que, cuando se activa, nos permite ver lo que esta oculto.
La glándula pineal se calcifica con el tiempo, y con la edad
se endurece, perdiendo su sensibilidad. Las causas más importantes
sobre otras, son, la mala alimentación, el estrés crónico,
exposición excesiva a las pantallas, a radiaciones como las
de los teléfonos y a metales pesados. Pero se puede limpiar,
revertir el proceso de calcificación y reactivar su capacidad
perceptiva.
Por otra parte tenemos la energía sexual, que cuando se eleva
por el canal central y llega al cerebro, actúa como un rayo
de luz purificador que disuelve los bloqueos y devuelve la glándula
a su estado original.
Cuando esto pasa, la percepción se agudiza, la intuición
se vuelve precisa, la mente se aclara y todo ello influye directamente
en nuestra biología, porque un cerebro en armonía secreta
las sustancias correctas y estas sustancias rejuvenecen.
La
glándula Pituitaria:
Es la segunda glándula maestra, también conocida como
la hipófisis. Está justo debajo de la pineal y controla
gran parte sistema hormonal. Es como la directora de orquesta del
cuerpo. Lo regula todo, crecimiento, metabolismo, fertilidad, temperatura,
sed e incluso la respuesta al estrés.
Cuando la energía sexual asciende, transforma y activa esta
glándula de manera directa, y la respuesta es inmediata, el
cuerpo comienza a generar hormonas como la del crecimiento GH, dopamina,
serotonina, todo un cóctel de juventud, que solo se activa
en momentos muy puntuales de la vida, a menos que se aprenda a encenderla
por uno mismo.

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La
glándula Timo:
Esta glándula esta ubicada en el centro del pecho, y esta íntimamente
ligada al corazón, está justo detrás del esternón,
esta muy activa durante la infancia y la juventud, y se va atrofiando
con los años.
Se puede volver a activar, y esto es de suma importancia, ya que regula
el sistema inmunológico, produce linfocitos T, que son células
que protegen de enfermedades, de virus, de bacterias, y regula también
los procesos degenerativos.
Cuando el Timo esta activo, el sistema defensivo esta fuerte, cuando
se debilita, todo empieza a envejecer mas rápido.
El despertar del Timo se consigue con emoción, con amor, con
vibraciones altas con energía que activan el corazón
y lo mas importante, con la energía sexual trasmutada, que
asciende hasta el centro del pecho.
Cuando esa energía llega al Timo, este se enciende, vibra,
comienza a pulsar de nuevo. A partir de ese momento el sistema inmunológico
entra en un estado de alta eficiencia.
Lo más importante de todo esto, es que no se necesita hacer
nada externo para activar estas glándulas, no se necesitan
medicamentos ni intervenciones quirúrgicas.
Lo que se necesita es empezar a aprender a mover la energía,
desde la base de la columna hasta la cabeza y el pecho, y eso se hace
con respiración, con enfoque, con presencia, no es complicado,
es algo que se puede practicar.
Por ejemplo, cuando se sienta una oleada de deseo sexual, en lugar
de dejar que esa energía baje y se descargue, cerramos los
ojos, llevamos la atención a la base de la columna y comenzamos
a respirar profundo.
Con cada inhalación visualizamos que esa energía sube
por la columna, vertebra a vertebra, y cuando llega al corazón,
sentimos el calor, la expansión en el corazón y, acto
seguido, se sigue subiendo esta energía hasta la cabeza.
Cuando se llega ahí, se mantiene el enfoque, dejando que esta
energía se concentre en la glándula pineal y la pituitaria.
Es como alimentar una batería interna y cada vez que se hace
esto, se está reprogramando el sistema endocrino, para que
funcione como cuando éramos jóvenes.
Esto no es algo inmediato, no es una píldora mágica,
es una práctica de vida, pero los resultados son acumulativos.
Cuanto más se practica, más se fortalece el sistema
endocrino, el campo energético, y más activas están
las glándulas, más sustancias regenerativas produce
el cuerpo, y esto se empieza a notar en la piel, en la mirada, en
la libido y en la claridad mental.
Esto es asi porque cuando estas glándulas están activas,
la presencia cambia, la gente lo siente sin que se diga nada, porque
se esta vibrando más alto, porque se está trasmitiendo
juventud desde adentro.
Muchos creen que para mantener la juventud se necesitan productos
externos, pero lo que no saben es que el cuerpo humano tiene su propia
farmacia interna, su propio sistema de renovación, solo que
nadie nos enseñó a utilizarlo.
El cuerpo es una maquina de transformación y estas glándulas
son los interruptores principales, son las llaves. Pero la llave no
gira sola, somos nosotros los que tenemos que girarla. Para ello tenemos
que dirigir la energía hacia donde realmente importa, y aquí
va una clave profunda.
La mayoría de los estados elevados de conciencia, que los sabios,
los místicos, los visionarios, del pasado conocían,
no vienen de fuera, no vienen de sustancias alucinógenas como
se vende hoy en día, para desviar la atención del camino
verdadero, vienen de este proceso.
Viene del despertar simultáneo de la pineal, de la pituitaria
y del timo, es una tríada, es un circuito que cuando se enciende,
nos conecta con otra versión de nosotros mismos. Una versión
sin miedo, sin ansiedad, sin tiempo, y ese estado lejos de ser abstracto,
tiene un efecto directo en la biología, rejuvenece, porque
cuando la mente está en paz y el cuerpo esta nutrido de energía
vital elevada, la enfermedad no tiene lugar, el envejecimiento se
frena, la vitalidad se expande.
La ciencia oficial todavía sobrevuela sobre estas teorías,
sin conseguir centrarse en ninguna de ellas, ni entender sus mecanismos
y, lo que es peor, sin el menor interés por su investigación.
Nosotros no necesitamos esperar a tener la aquiescencia de la ciencia,
porque no se trata de creer en lo que nos digan gurús científicos,
sino que se trata de sentir, se trata de obtener resultados de forma
natural, resultados extraordinarios, a los que el ser humano esta
destinado a tener. Esto se consigue aplicando las técnicas
dadas por los grandes sabios del pasado.
Siguiendo este camino, se llega a un punto donde ya no se tienen dudas,
porque la teoría se convierte en una vivencia clara y manifestada
en el cuerpo, en la sangre y en las glándulas.
Lo podemos ver, al mirarnos al espejo, cómo cambia la expresión
completamente.
El cambio se evidencia cuando se llega a conseguir todo lo que antes
parecía imposible, ya que todo se vuelve normal.
En la siguiente parte vamos a centrarnos en el cuerpo, en esta ocasión
a un lugar muy olvidado, al suelo pélvico, también a
la respiración interior y a los músculos internos.
Estos funcionan como canales secretos de energía, en donde
se encuentra la mecánica profunda de la transformación.
Voy a descubrir técnicas físicas, que se pueden aplicar
desde el primer día, para despertar el fuego que duerme en
nosotros.
Siguiendo el conocido axioma, “la energía sigue al pensamiento”.
Mediante esta afirmación, unas sencillas técnicas aplicadas
en nuestro cuerpo, y mediante la práctica, nos proporcionarán
una transformación real.
Activar el suelo pélvico es sencillo, pero requiere atención,
no se trata solo de hacer contracciones aleatorias de forma mecánica,
se trata de generar un vínculo consciente con esa zona, de
volver a reactivarla, puesto que cuando se llevan la atención
y la energía, ahí, es cuando empieza a responder.
El reactivar la base de la columna no es un retroceso, como muchos
puedan pensar, sino un aprovechamiento de una energía dormida
de gran poder en nuestro cuerpo.
Para poder activar toda nuestra energía y, mediante ésta,
poner a funcionar de forma efectiva esos centros que en estos momentos
queremos y podemos despertar, tenemos unos ejercicios que se conocen
en oriente, como “ejercicios de cerradura”.
Estos ejercicios son contracciones voluntarias de la musculatura perineal,
haciéndolas al ritmo de la respiración:
• Al inhalar se contrae suavemente la base del cuerpo, como si quisiéramos
absorber energía desde el suelo, al exhalar se mantiene la
tensión unos segundos, y luego se suelta la musculatura con
control, sin soltarla de golpe. Esto de entrada parece simple pero
no lo es, ya que lo importante no solo es el movimiento, sino también
la intención con la que se hace.
Hay que visualizar cómo esa energía, que se activa en
la base, comienza a subir por la columna, mediante un bombeo constante
y consciente. Todo empieza con una imaginación, que se va sustanciando
con una visualización, dando una dirección a la energía
que comienza a generarse.
Cuando se ha conseguido cierto dominio de la visualización,
la clave más potente es combinar todo esto con la respiración
diafragmática.
• Aquí vamos al segundo punto olvidado del cuerpo, la respiración
baja. La mayoría de las personas respiran desde el pecho, respiran
corto, superficial, sin profundidad, y eso impide que la energía
vital se mueva, porque la respiración, se tiene que mover por
los canales por donde se tiene que mover esa energía, actuando
como el viento que empuja el fuego.
Si se respira lento y profundo, desde el abdomen, se está creando
una presión interna que empuja la energía desde la base
hacia arriba, y si a eso se le suma la presión del perineo,
estamos encendiendo el motor interno de la transmutación, estamos
activando la alquimia biológica.
• Para empezar, nos sentamos cómodos, con la espalda recta,
en silencio y con los ojos cerrados. Llevamos la atención a
la base del cuerpo a la zona pélvica, inhalamos profundo desde
el vientre contrayendo suavemente el suelo pélvico, mientras
retenemos el aire durante unos segundos, luego exhalamos lentamente,
repitiendo este ejercicio durante 10 minutos seguidos, así
cada día.
Al principio se sentirá solo una ligera presión, tal
vez algo de calor, pero con el tiempo con la práctica, notaremos
algo completamente distinto, notaremos cómo la energía
comienza a subir. Con una clara sensación física notaremos
cómo una corriente cálida asciende por la columna. Esa
sensación es completamente real, es física, y cuando
llega al pecho, y luego sigue su ascenso a la cabeza, las 3 glándulas
comienzan a activarse, empezando a producir sustancias regenerativas.
Este es el comienzo de un rejuvenecer desde dentro.
Es muy importante tener en cuenta que esta energía no se mueve
sola, necesita una guía, y esa guía es la intención.
Al desconocer estas técnicas, tantas personas que sienten un
deseo sexual fuerte, que acumulan tensión sexual, acaban sintiéndose
frustradas o ansiosas, e incluso depresivas, porque desconocen qué
hacer con esa acumulación de energía concentrada y parasitada
en los genitales.
Posteriormente esta energía parasitada se va extendiéndo
al plexo solar, sin darle salida. Se acumula en el hígado y
la vesícula biliar, produciendo multitud de patologías,
tanto físicas como emocionales y psíquicas.
El problema que tienen quienes desconocen cómo dirigir esta
energía tan poderosa, son candidatos de infinitos problemas
de salud, que aquí no podemos exponer ya que requieren un largo
apartado. Están convencidos, por incultura, que la única
salida es la descarga que todos conocemos, pero no es así.
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Como estamos viendo, hay otras formas de manejar esta energía.
Todo empieza por el uso adecuado de este músculo olvidado que
lo cambia todo. Al activar la musculatura del suelo pélvico,
empezamos a dejar de ser víctimas del impulso sexual, nos volvemos
los conductores tomando el control del circuito. Es ahí donde
empieza la verdadera alquimia, cuando decidimos no eliminar la energía
sexual, sino elevarla.
Esto no significa que se deba de vivir en la abstinencia, no se trata
de negar la naturaleza. Se trata de tomar lo que nace como deseo,
y convertirlo en fuerza de vida. Además de que estos ejercicios
aumentan considerablemente la vitalidad, independientemente de la
edad.
Esto, aunque suene a misticismo, es completamente físico, es
respiración, es músculo. Por eso, uno de los secretos
que pocos conocen, es que el ejercicio físico, aunque no cualquiera,
sino el que activa el suelo pélvico y la columna, activan y
aceleran este proceso.
Tenemos movimientos relacionados con el Qi Gong, como el de la espina
ondulante, las posturas de compresión pélvica, las torsiones
suaves, que todas ellas combinadas, ayudan a mover la energía
de forma natural. Por eso, en las danzas antiguas de yoga, de danza
ritual, de Qi Gong, siempre incluyen el trabajo desde la base, por
que ahí esta el fuego, es ahí donde nace todo.
Un punto esencial es la postura. Cuando la columna esta recta y la
pelvis bien alineada, la energía se mueve mas fácilmente.
Por eso es tan importante cómo sentarse, cómo respirar,
cómo caminar.
Si pasamos el día encorvados, desconectados de nuestra base
pélvica, el canal estará obstruido, pero si nos mantenemos
erguidos respirando desde abajo, activando suavemente el perineo,
el sistema comienza a encenderse solo. Al principio puede costar un
esfuerzo, pero cuando se repite diariamente, se vuelve automático,
el cuerpo aprende, la energía fluye y todo cambia. No todo
se reduce a músculos, la parte mental tiene una importancia
capital en todo el proceso, porque la energía sigue al pensamiento.
Si a lo largo del día estamos pensando en cosas externas, ajenas
a nuestro funcionamiento interior, pensando en las tareas diarias,
en problemas sin fin, que nos acucian a cada momento del día
y de la noche, sin darnos un espacio para nosotros, la energía
fluye en esa dirección, con esos pensamientos que nos agotan
y vacían, nos deja todo cuerpo completamente vacío de
la misma. Pero si dedicamos unos momentos al día, cerramos
los ojos y enfocamos la atención en el interior, en la base
de la columna, estamos consiguiendo que la energía vuelva a
su origen y se concentre, empezamos a conseguir que se eleve.
Esto es una practica de presencia, de regreso al cuerpo, siendo ésta
la base de toda transmutación. La juventud eterna no empieza
solo en una idea, empieza aplicando esa idea en el cuerpo, ese cuerpo
que habitamos todos los días, todas las horas y que nunca sentimos
en profundidad.
Nuestros vehículos de manifestación son el verdadero
templo que tenemos que construir, limpiar y embellecer, para albergar
a un alma cada vez más luminosa.
Cuando empezamos a sentir el suelo pélvico y a respirar desde
nuestro centro, a activar el perineo como un interruptor sutil, como
una bomba de impulsión, nos podremos dar cuenta de algo impactante,
“que nunca estuvimos débiles”, solo estábamos desconectados,
la energía la teníamos, estaba ahí, pero estaba
dormida esperando. Pero mediante este proceso empezará a despertar.
Ahora vamos a presentar todo un sistema de practicas que nos permitirán
hacer consciente esta energía dormida, en los tres niveles,
físico energético, emocional y mental.
Un protocolo diario que no se tarda en practicar más de 30
minutos diarios, pero que aplicados con constancia y con conciencia,
cambiará por completo la biología del cuerpo, la vitalidad,
la claridad mental y la conexión interna.
Lo que presento ahora es pura activación.
En el momento que estos ejercicios comienzan a hacer efecto, se empezaran
a sentir, a vivir de forma clara y ya no se querrá volver atrás,
ante los beneficios que van a ir surgiendo lentamente.
Protocolo
de activación diaria:
Ahora que ya sabemos cómo se mueve la energía, cómo
se activan las glándulas maestras, cómo responde el
cuerpo con el trabajo del suelo pélvico y la respiración,
es el momento de unirlo todo.
Vamos a construir un sistema completo, simple y eficaz, un protocolo
diario de activación energética, que no requiere de
aparatos, ni de maestros ni de ambientes especiales, solo requiere
nuestra decisión y la constancia para llevarlo acabo.
Lo que cuenta ahora es la repetición consciente, lo que transforma
es la constancia diaria con conciencia, incluso cuando la pereza nos
acecha.
Esa es la diferencia entre un rejuvenecimiento o un envejecimiento.
En el cuerpo con los años, van decayendo la producción
de hormonas que nos dan los impulsos para nuestra actividad diaria.
Por tal razón los años que van desde la madurez a la
vejez, se vuelven entre otros factores, mas lentos y pausados, hasta
el final, en donde la actividad finaliza. Buscar las soluciones fuera,
es la mejor forma de posponer esta activación que está
probada desde hace milenios, y por sabios verdaderos.
El protocolo a penas dura 30 minutos, pero haciéndolo bien,
el impacto puede durar todo el día, y conforme se hacen, se
van grabando en nuestros genes, llegando a ser permanentes, puesto
que son ejercicios que reprograman, que encienden los sistemas internos,
que limpian los canales, que fortalecen la mente.
Es muy importante no pretender hacerlo de entrada de forma perfecta,
solo empezar a sentir, hasta conseguir con la práctica una
coordinación, que de entrada es totalmente imposible, necesita
una practica diaria y constante.
Esto es así porque “el cuerpo responde al sentir, no al pensar”.
Por eso es muy importante dejar de lado las distracciones y “centrarse
en los ejercicios sintiéndolos”.
Así entramos en el laboratorio interior, donde el protocolo
empieza con la respiración:
•
1ª fase: 5 minutos de respiración diafragmática
profunda; para ello nos sentaremos al borde de una silla, o en el
suelo con la columna recta, los ojos cerrados, los hombros relajados,
y llevamos ambas manos sobre el abdomen.
Inhalamos por la nariz contando hasta 4, sintiendo cómo el
vientre se expande al entrar el aire.
Retenemos el aire durante 2 segundos, luego exhalamos por la boca
contando hasta 6. Al exhalar dejamos que el vientre baje, de forma
lenta sin hacer esfuerzos.
La clave está en el ritmo y en la conciencia con la que hacemos
el ejercicio.
5 minutos pueden parecer poco, pero si lo hacemos bien, veremos cómo
la mente se calma, se centra en el cuerpo, y la energía comienza
a moverse.
•
2ª fase: Activación del suelo pélvico, aquí
vamos a trabajar 3 tipos de contracción:
1º Inhalación suave y contenida. Contrayendo suavemente
el suelo pélvico, como si quisiéramos retener algo.
Se mantiene la contracción, mientras se mantiene el aire 3
segundos, después se exhala relajando la contracción
del suelo pélvico.
Repetir esto 10 veces.
2º Pasamos a contracciones pulsadas. Sin mover el resto del cuerpo,
hacemos contracciones rápidas del perineo al ritmo de la respiración,
una contracción por segundo durante un minuto.
3º Contracción ascendente. Se contrae el perineo e imaginamos
que la energía sube por la columna hasta la cabeza. Subimos
la energía con esa intención, y al exhalar se mantiene
el foco arriba, en el entrecejo o en la coronilla.
Este ejercicio comienza a crear el camino energético hasta
las glándulas superiores.
• La tercera fase es el movimiento. En esta fase no se necesita una
rutina de ejercicios complejos, solo tres movimientos esenciales:
1º Balanceo pélvico. De pie, con los pies separados al
ancho de las caderas, con las rodillas ligeramente flexionadas, moveremos
la pelvis hacia adelante y hacia atrás, como un péndulo,
durante 3 minutos.
Este movimiento libera la base, activa el sacro y desbloquea la energía
estancada.
2º Espiral de columna. De pie, comenzamos a girar el torso de
izquierda a derecha suavemente, dejando que los brazos se muevan con
el impulso.
Este movimiento activa la energía del centro de la base de
la columna y ayuda a abrir el canal energético central.
Hacerlo durante 2 minutos.
3º Respiración espinal. Se inhala elevando ligeramente
el pecho y la coronilla, visualizando la energía subiendo por
la columna, se exhala relajando todo el cuerpo, dejando que la energía
se asiente en el pecho.
Hacerlo durante 3 minutos.

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•
4ª Fase: Meditación focalizada: Aquí es donde la
energía se concentra. Nos sentamos de nuevo, cerramos los ojos
y llevamos la atención al entrecejo, visualizando una esfera
de luz azul o violeta, pulsando en ese centro, mientras que respiramos
de forma suave y constante, sintiendo cómo la energía
sube desde la base de la columna y se acumula en ese punto.
Incluso se puede usar un Mántram simple como, “yo soy energía
ascendente” o simplemente repetir la palabra “Silencio” con cada exhalación,
este enfoque dirige la atención, evita que la mente divague
y ayuda a consolidar el ascenso energético.
Hacer esto durante al menos 5 minutos, ni más ni menos.
•
5ª fase: Integración: Aquí no se trata de hacer
nada más, solo permanecer, dejar que el cuerpo integre todo
lo que acaba de experimentar. No salir corriendo a realizar ninguna
actividad, y menos ninguna comunicación telefónica,
ni trabajar con tecnología que dispersa todo lo realizado,
no volver a las prisas.
Es mejor quedarse sentado o de pie, con la espalda recta, los ojos
abiertos o cerrados y observar bien cómo se siente uno. Si
se siente calor, cosquilleo, o se ve con más claridad que antes.
Observa sin juzgar, solo sentir.
Esta pausa final es mas poderosa de lo que podemos imaginar, es el
momento en el que todo el sistema empieza a asimilar todo el trabajo
realizado, todo lo que se movió, dónde y cómo
se organiza la energía, es el momento donde las glándulas
empiezan a responder.
Si se hace este protocolo todos los días, se van a notar cambios,
algunos serán sutiles al principio, como más energía
por la mañana, menos fatiga mental, mejor concentración.
Con el tiempo se comenzará a ver lo que nadie puede ver, lo
que nadie nos dijo que era posible ver. El rostro cambiará,
la mirada se volverá mas firme, la piel más limpia,
el cuerpo más ágil, la mente más estable.
Todo esto no es magia, es biología bien dirigida, es energía
vital puesta al servicio de la regeneración de nuestro organismo,
esto lo hemos tenido siempre, solo que nunca supimos cómo hacerlo.
La constancia es lo que lo hace real, aunque no se necesita hacer
estos ejercicios, estos protocolos, para siempre, pero sí por
un tiempo suficiente, como para que el cuerpo lo grabe, ya que el
cuerpo está diseñado para funcionar de esta forma. Solo
hay que activarlo.
No podemos olvidar algo que no es nada beneficioso de la cultura moderna,
que nos ha desconectado, lo ha acelerado todo, sobrecargándolo
de cosas innecesarias. Con estos ejercicios se puede revertir el proceso
degenerativo y volver a encauzar al cuerpo físico y a los otros
cuerpos sutiles, para que actúen coordinados de acuerdo a la
ley que los rige de verdad. Para ello cada respiración, cada
contracción, cada momento de silencio, suma. Tenemos una advertencia
importante: cuanto más se activa la energía, más
sensibles nos volvemos. Eso significa que notaremos más claramente
lo que drenamos o eliminamos, relaciones, hábitos, pensamientos,
sentimientos, lo que antes tolerábamos, sin darnos cuenta,
nos empezará a molestar poco a poco, e iremos eliminando muchas
cosas.
Mediante estos ejercicios habremos hecho fuerte el sistema, y el mismo
sistema no permitirá que le roben la energía, y eso
es una buena señal. No hay que asustarse, no se trata de que
nos estemos volviendo intolerantes, por el contrario nos estamos volviendo
conscientes, y eso también es parte del rejuvenecimiento. Aprender
a reunir lo que nos nutre, dejar de lado, apartarse de lo que nos
desgasta, de lo que nos deja vacíos, es decir volvernos a lo
esencial.
6ª
Fase: Ahora vamos a ir mas allá de la practica: Vamos a entrar
en el campo magnético, en el aura, en la vibración que
proyectamos, cuando nuestra energía está despierta y
fluida. Rejuvenecer no es solo recuperar fuerza interna, es también
convertirnos en unos imanes naturales y permanentes, convertirnos
en seres que irradian vitalidad, presencia y coherencia, esa es la
etapa final, la fase magnética.
Lo que vamos a descubrir con esto, va a cambiar no solo el cómo
nos vemos a nosotros mismos, si no cómo el mundo nos va a ver,
y cómo nos va a responder.
Parte
6ª: El Campo Magnético Humano, irradia juventud, vitalidad
y presencia cuando está en armonía, hemos llegado al
punto mas invisible, pero también el mas poderoso de todo este
proceso.
Si en las partes anteriores trabajamos la energía interna,
el cuerpo, las glándulas, los hábitos, ahora nos toca
comprender algo que lo transforma todo, desde una dimensión
más sutil, el campo magnético.
Puede que nunca hayamos escuchado hablar de él, de una forma
clara, directa, sin adornos y sin palabras esotéricas o místicas,
pero lo tenemos, lo llevamos con nosotros, forma parte integrante
de nuestro ser y sin él, no tendríamos vida, tal y como
la conocemos en esta dimensión, en definitiva el cuerpo magnético
somos nosotros.
Es tan real como nuestros órganos, es lo que algunas culturas
llaman el aura, otros el campo vital, otros le llaman halo electromagnético,
aunque el nombre no tiene la menor importancia.
Lo que importa es que el campo magnético es la expresión
vibratoria de nuestra energía interna, esto lo perciben los
demás, incluso antes de que nosotros seamos conscientes de
ello, porque es lo que nos hace atractivos o invisibles a los demás,
fuertes o frágiles, vivos o apagados.
Este campo no se ve con los ojos físicos comunes, pero sí
se siente, y los demás lo sienten mucho, antes, incluso, que
lo sintamos nosotros.
Sin duda hemos sido testigos de cómo hay personas que entran
en un lugar y todas las miradas ya sean directas, o disimuladas, se
vuelven hacia esa persona. No porque hable fuerte, no porque haga
alarde de nada, ni por su belleza personal, ya que eso ocurre incluso
en personas que físicamente no son demasiado agraciadas.
Lo que llama la atención, es lo que su presencia irradia, que
no es visible con los ojos físicos, pero se siente y eso lo
sienten la inmensa mayoría de las personas. Es algo que no
se puede fingir, es una fuerza a veces tranquila otras violenta, una
energía que irradia, que no depende del maquillaje, ni de la
ropa que se lleve. Esa es la señal de un campo magnético
fuerte, limpio, expansivo.
Puede ser que se nazca con ello, pero también se puede cultivar,
nosotros podemos hacerlo mediante estos sencillos ejercicios. Nuestro
campo magnético se forma y potencia por lo que somos, por nuestros
pensamientos, nuestras actitudes ante las situaciones que la vida
nos impone, nuestras emociones, nuestra energía vital. Todo
ese conjunto emite una vibración y esa vibración genera
ondas que se expanden a nuestro alrededor desde dentro de nosotros.
Cuando nuestra energía sexual esta estancada o reprimida, ese
campo se contrae, se debilita. Cuando esta desperdiciada o fragmentada,
el campo se vuelve inestable. Pero cuando se trasmuta esta energía,
haciéndola subir, refinándola, y se distribuye por todas
y cada una de las células de nuestro ser, ya sean físicas,
etéricas, emocionales o mentales, el campo se fortalece, se
vuelve coherente, armonioso y esa coherencia es percibida por los
demás, como magnetismo.
Hay personas que seguro conocemos en nuestro entorno, que gastan fortunas
por verse mas jóvenes, por rejuvenecer, por estar más
atractivas, mas vitales, sin saber que el verdadero atractivo está
en lo que emiten. Porque nuestro campo electromagnético no
solo proyecta belleza, también proyecta orden, claridad, salud
y los demás lo sienten, aunque no sepan el porqué.
Esto no es fantasía, hay estudios que demuestran que el corazón
humano emite un campo electromagnético medible, mediante electrocardiogramas,
al igual que el cerebro, del que se pueden medir sus frecuencias mediante
electroencefalogramas. La suma de estos campos se puede extender varios
metros alrededor nuestro. El campo magnético se altera con
las emociones, con los pensamientos, con el nivel de energía
que en ese momento se tenga, ya que el campo magnético varía
en función de muchas influencias que recibimos y de la forma
en que las procesamos.
Al hacer el trabajo interno, el que hemos delineado aquí, el
campo magnético comienza a cambiar, y al mismo tiempo que cambia
nuestro campo magnético, también cambia nuestra realidad.
Tenemos que pensar detenidamente en esto, si estamos vibrando desde
la ansiedad, el cansancio, o la carencia, nuestro campo emite desorden
y nuestro entorno responde a ello, atrayendo situaciones caóticas,
relaciones inestables, experiencias repetitivas. Pero si nuestro campo
magnético está bien ordenado, nutrido, elevado, entonces
todo se alinea, atraemos oportunidades, relaciones limpias, respuestas
claras, porque la vida, aunque no lo veamos así, responde a
frecuencias.
Tenemos que ser conscientes que todo son frecuencias vibratorias,
ya que nosotros somos una frecuencia vibratoria y que cada uno de
nosotros vibramos en una nota, y dentro de nosotros, dentro de esa
nota, hay diferentes armónicos, ya que cada una de nuestras
células emite su propia nota. Por lo tanto nosotros somos la
suma de todas esas notas, sintetizadas en una sola nota, nuestra propia
nota.
Nuestros vehículos responden de forma central a frecuencias,
ya sea mediante luchas, o esfuerzos de todo tipo, habiendo sido esta
dinámica la que, a lo largo de vidas, hemos cultivado. Todo
ello finalmente, esas luchas, esos esfuerzos, errores y aciertos,
se sintetizan en frecuencias. El Taoísmo lo expresa magistralmente
mediante la ciencia del Yin Yang. La ciencia actual mas avanzada categoriza
las emociones por frecuencias, etc.

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La construcción de un campo magnético fuerte, se construye
mediante 3 factores, y si falta uno de los tres, el campo no estará
completo y estará débil;
• Energía interna; Esta ya sabemos como activarla, con respiración,
trabajo sobre el suelo pélvico, trasmutación, con lo
que conseguimos la activación glandular.
• Coherencia emocional; se consigue aprendiendo lo que se siente,
sin juicio, sin drama, sin negación. Cuando se vive una situación
emocional intensamente, sin quedarse atrapados en ella, el campo se
libera, la energía fluye, pero si se reprimen o se exageran
las emociones, el campo se fragmenta, se rompe la armonía y
en casos extremos se producen enfermedades incluso graves.
• Enfoque mental; Es clave, porque la mente es como un radar en actividad
permanente, si ésta se dispersa, el campo se dispersa, si está
enfocada, el campo se compacta y se vuelve poderoso. Esto no significa
que no se puedan tener pensamientos, significa que “se necesita entrenar
la Atención”.
Si somos capaces de sostener una idea, una intención durante
unos minutos sin distraernos, esta sencilla acción, le da estructura
al campo magnético, le da dirección.
Un campo magnético con dirección es un campo fuerte,
que nos hace fuertes y que impacta en nuestro entorno.
Uno de los entrenamientos de las antiguas escuelas esotéricas,
era el entrenamiento del campo magnético, no con rituales externos,
sino con prácticas internas, que es lo que estamos exponiendo
aquí: la forma de trasmutar la energía sexual, con todo
lo que ello lleva asociado.
Al activar las glándulas, al fortalecer la base, al respirar
conscientemente, se construye un campo magnético poderoso,
estamos despertando nuestra capacidad de irradiar y eso tiene consecuencias
concretas.
Cuando el campo esta fuerte, la intuición crece, se detectan
las mentiras con más y creciente facilidad, se siente cuando
algo no es para nosotros, incluso antes de llegar a pensarlo, el cuerpo
nos habla, las decisiones se afinan, el camino se aclara, las enfermedades
van despareciendo.
Esto es porque un campo magnético fuerte actúa como
un escudo, bloquea lo que no nos corresponde. Permite que solo entre
lo afín, lo que está en resonancia con nuestra frecuencia
vibratoria, y esto incluye a personas, ideas, energías, e incluso
a gérmenes patógenos, bacterias y virus.
Esto pasa porque el cuerpo ya no solo domina la materia. La vibración
ordenada comienza a preponderar, por lo que cuando el campo vibra
alto, las células lo sienten, se adaptan y responden, los procesos
internos se optimizan, la piel se oxigena mejor, los órganos
funcionan mucho más eficientemente, la digestión mejora,
el descanso se profundiza, el cuerpo rejuvenece.
No rejuvenece por hacer algún tratamiento “anti edad”, sino
porque estamos funcionando como se debe de funcionar, desde la energía,
desde la coherencia, desde la presencia, siendo quizás el cambio
mas exitoso de todos. Cuando el campo se ordena, ya no se necesita
validación externa, ya no buscamos llamar la atención,
porque ya somos atención, ya no corremos detrás de cosas,
porque las cosas nos empiezan a llegar a nosotros, la sola presencia
comienza a ser suficiente, eso es magnetismo, es juventud verdadera,
no es solo la ausencia de arrugas, sino la presencia de vida, de energía,
de claridad, de luz.
Esto no significa que nuestro campo siempre vaya a estar perfecto,
tendremos días de baja energía, e incluso de confusión
y de dudas, esto es totalmente natural, pero al tener las herramientas,
sabremos volver, sabremos cómo respirar, cómo enfocar
y cómo recuperar el eje central.
Ahora sabemos que no necesitamos depender de nada externo, que lo
llevamos todo con nosotros, esa es la verdadera libertad, la verdadera
alquimia.
Llegados a este punto, solo nos queda una cosa, vivirlo, convertir
todo lo que aquí hemos expuesto, sentido y comprendido, en
una práctica constante, en experiencia viva, no perfecta, sino
constante, porque la constancia genera acumulación de energía
y esa acumulación es la que crea un campo magnético
estable, fuerte y poderoso, se transforma en una vibración
que se sostiene en el tiempo, genera una presencia que no se apaga.
Hemos recorrido un camino de reconexión, hemos recordado lo
que nuestro cuerpo puede hacer cuando se habita de verdad, con conciencia
plena. Hemos sentido cómo la energía sexual no es un
impulso sucio, ni descontrolado, y solo destinado a la procreación
de la especie, sino una fuerza creadora superior, regeneradora de
vitalidad. Hemos aprendido que nuestras glándulas no son solo
funciones biológicas, sino puertas a otro estado de ser. Ahora
sabemos que todo esto, no solo nos cambia por dentro, también
nos transforma por fuera, porque vemos cómo el mundo responde
a lo que nosotros cultivamos y proyectamos. Aquí esta la enorme
importancia de cultivar nuestro campo magnético, de entrenarlo,
de renovarlo día a día, para proyectar nuestra energía
positiva y potente.
Si hay algo que no miente es la vibración, y cuando nuestra
vibración esta viva, clara y firme, la juventud eterna deja
de ser un mito, se vuelve nuestra realidad.
En este escrito he delineado una metodología muy sencilla,
que proviene de remotos tiempos, de filosofías y de la sabiduría
ancestral de grandes sabios del pasado. Estos conocimientos, trasmitidos
en pequeñas comunidades, fueron mantenidos a lo largo de los
siglos en secreto, fuera del alcance de personas que pudieran haber
hecho un mal uso de los mismos.
A pesar de todo el cuidado en mantener su secreto, salió en
determinados momentos de aquellos ámbitos, para ser mal utilizado
por los que no supieron utilizarlos de forma adecuada, provocando
desviaciones de diferente índole.
En nuestros días, muchas de estas técnicas han salido
a la luz pública, lo que está permitiendo a muchas personas
utilizarlas.
No me cabe la menor duda de que serán utilizadas por todo tipo
de personas, unas las utilizaran para progresar y otras para obtener
otros beneficios. Pero dada la poderosa y materialista opinión
publica actual, muchos no las consideraran interesantes, por lo que
estas mismas personas serán las que ellas mismas se veten el
acceso a conocimientos sagrados que permiten el verdadero progreso
y ayudan en el avance de la humanidad.
Junio de 2025.
Javier Antolínez