EL
AGNI YOGA Y SUS TÉCNICAS
Javier Antolínez

https://es.pinterest.com/pin/8022105581290736
Según palabras de Vicente Beltrán Anglada, el Agni Yoga
no tiene técnicas, se trata de mantener una Serena Expectación,
una Atención Suprema al proceso vital en el que estamos inmersos.
Pero después de muchos años de pelearme conmigo mismo,
de devanarme los sesos, como se dice popularmente, ahora personalmente,
lo veo también así, muy a pesar de todo lo que me ha
costado llegar a entenderlo.
Pero, aquí hay algunos peros, como se suele decir también,
de forma popular.
Para pasar de un modo de comportamiento centrado en la mente, en la
concentración e incluso centrado en aspectos emocionales, como
les ocurrirá a muchos discípulos y aspirantes espirituales.
Para poder mantener una Atención Serena y Expectante, tienen
que pasar algunas cosas antes, y, por mi experiencia personal, no
fue nada fácil encontrar las fórmulas adecuadas para
dar ese salto, cualitativo, a un Yoga Superior.
Vicente partía ya de una experiencia en la que había
integrado, en su ser, la esencia pura del Agni Yoga.
Era y es un Discípulo espiritual muy avanzado, y por lo tanto
el Agni Yoga, para él, era parte consustancial de su existencia.
A nosotros, los que vamos detrás de él, todavía
nos toca encontrar las claves que nos permitan dar ese salto.
En
particular para los discípulos de segundo rayo, que necesitamos
“entender los procesos que vamos adoptando”, no es nada fácil
realizar una actividad tan suprema como ésta, sin entenderla,
al menos para mí.
Por tal motivo, en los comienzos, tuve que luchar conmigo mismo para
estar atento sin entender lo que ello suponía, y, sobre todo,
a dónde me llevaría.
No cabe duda que cada paso que damos en el Sendero tiene que ser progresivamente
más preciso, puesto que dar pasos equivocados, llega un momento,
no es una opción para un discípulo.
Así que tenemos que ser muy cautos en todas nuestras acciones
y en nuestro lenguaje, no sólo en lo que decimos, sino también
cómo lo decimos.
No podemos olvidar que el lenguaje es nuestra expresión mental
mas material de forma espontanea, y aceptar la degeneración
del mismo, como hoy en día esta pasando, lleva consigo también
de forma oculta, una degeneración mental que nos inhabilita
para conseguir elevar nuestra conciencia a niveles donde el Agni Yoga
pueda ser una realidad.
Mientras que no actuamos, o no hablamos, no hay Karma.
El
Karma se activa en el momento que actuamos, o decimos algo que sea
importante.
En el caso de los discípulos una actuación equivocada
o unas palabras inadecuadas, aunque estén hechas con buena
intención, pueden llegar a paralizar o a deteriorar muchas
otras actuaciones correctas.
Tenemos que tener muy presente que, conforme nos adentramos en el
Sendero, el camino se hace más y más estrecho, “llegando
a tener que caminar sobre el afilado filo de la navaja”.

https://es.pinterest.com/pin/366550857191942078/
El camino a seguir, como ya se sabe, una vez superados los centros
inferiores, va desde el plexo solar al centro del entrecejo y, desde
éste, al centro del corazón. Este proceso es lento y
ciertamente complicado, lo que además supone tener que pasar,
posiblemente y de forma general, la experiencia de varias vidas para
conseguirlo.
En
esta larga experiencia, la meditación es una de las prácticas
más útiles e integradoras que podemos tener a nuestro
alcance.
Aquí me gustaría aportar algo referente a la meditación.
En años atrás, busqué formas de meditación
basadas en varias tendencias a las que pude acceder.
Lo
que pude encontrar realmente no conseguía ayudarme demasiado.
Sólo y principalmente me aportaron la idea clara de que la
meditación era necesaria, pero las técnicas que llegaban
hasta mí, no ayudaban en nada. Tampoco me esclarecían
el objetivo por el que la meditación era tan importante.
La técnica, que todas las escuelas proponían, era relajarse
físicamente, calmar los deseos, y dejar la mente en blanco,
vaciar la mente.
Todo
ello con mensajes grandilocuentes, que en su gran mayoría me
parecían muy cursis y totalmente vacíos, que “la gente
entendida” repetía como papagayos.
Aquellas afirmaciones vacuas me llegaron a generar un profundo rechazo,
hasta el punto que decidí cortar con todos los grupos con los
que estaba conectado.
Sin la menor duda, no era debido sólo a esa particularidad,
sino a mi proceso interno, que me impulsaba a una soledad interior
cada vez mas intensa, y que poco a poco se fue profundizando, llegando
a cortar con todo y con todos. Esto me empezó a suceder algunos
meses después del fallecimiento de Vicente.
Mucho antes de su fallecimiento me encontraba ya inmerso en la búsqueda
de las fórmulas adecuadas para la meditación, sin conseguir
nada realmente útil.
A pesar de todas las dificultades, me propuse conseguirlo como fuera,
pero la infinidad de tareas que la vida me planteaba día a
día, me impedían poder tener la mente en blanco, y conseguir
la tan deseada paz interior. Era una lucha más, y no una relajación.
Se lo comenté a Vicente Beltrán Anglada, al poco tiempo
de conocernos, y me dijo que realmente esa era una tarea titánica,
pero que me podía ayudar con una técnica muy sencilla,
que practicándola conseguiría acallar aquella mente
imparable.
Cuando se lo planteé, me resultaba ya muy difícil conciliar
el sueño, incluso cuando me acostaba muy cansado.
Los pensamientos eran continuos. Imposible de deshacerme de ellos.

https://es.pinterest.com/pin/35606653299017134/
Teniendo en cuenta que el discípulo espiritual, tiene su campo
de batalla entre el deseo y la mente, cuanto más elevado se
encuentra en el plano mental, las dificultades son mayores.
La
razón de esto, hablado de forma simbólica, es que el
fuego de la mente actúa potentemente sobre el agua del deseo,
calentándola, y de esta forma crea una bruma o niebla que dificulta
la visión del discípulo.
Este proceso es largo, difícil y muy duro, al menos lo fue
para mí.
La técnica, que me dio Vicente, sirve para detener los deseos
y los pensamientos parásitos, que nos impiden tener el cuerpo
emocional y la mente en calma, en blanco y libre para poder utilizarla
de forma eficaz.
Comenzó explicándome;
Te sientas cómodamente con los ojos cerrados y buscas relajarte
en todo lo posible.
Mejor
hacerlo por las mañanas para evitar la somnolencia, debida
al cansancio acumulado a lo largo del día.
Esto
debes de hacerlo rápidamente, no debes perder mucho tiempo
en ello, en realidad es un proceso muy dinámico.
Una
vez alcanzada esa relajación, visualízate en un cine
teniendo una gran pantalla delante de ti.
Seguidamente,
deja que tus pensamientos que llegan en carrusel a tu mente, los veas
proyectados en la pantalla uno a uno, según se vayan presentando.
No entres en el pensamiento, porque si lo haces habrás perdido
la oportunidad de observarlo, como un observador separado de él,
y tendrás que volver a empezar a observar el carrusel desde
el principio.
No
hay ningún problema en ello, y, de hecho, te pasará
al principio muchas veces hasta que consigas el desapego que buscas,
de los pensamientos.

https://es.pinterest.com/pin/1108589264512233225/
Conforme hayas podido observar atentamente un pensamiento, sin que
el pensamiento entre en ti, y ya no te pierdas dentro de él,
verás cómo el pensamiento súbitamente se desintegra
e inmediatamente tendrás el siguiente pensamiento en la pantalla
que visualizas delante de ti.
La desintegración del pensamiento se produce cuando los Devas
constructores en su propio plano, los Devas que han sustanciado el
pensamiento producido por ti como el pensador, como el arquitecto
que eres como ser humano.

https://es.pinterest.com/pin/665055070007581304/
Cuando esos Devas se ven observados, para ellos, esa situación
es completamente anómala, salen despavoridos abandonando la
construcción que mantenían cohesionada.
Ese es el momento en que el pensamiento se desmorona y se desintegra.
La misión de esos Devas, es sustanciar el pensamiento y mantenerlo
fuerte, como constructores que son.
Volverán una y otra vez, hasta que después de repetidas
veces de verse observados, lo abandonarán definitivamente.
Al principio es un trabajo duro y nada fácil de realizar, pero
con la práctica irás consiguiendo la habilidad necesaria,
que te facilitará poder desintegrar varios pensamientos, o
deseos, en una sola sesión.
Las sesiones no deben ser largas, en particular al principio. No estés
más de 10 minutos al día.
Conforme vayas consiguiendo la desintegración de los pensamientos,
algunos de ellos, posiblemente generados en otras vidas, verás
cómo el carrusel que te atormentaba, poco a poco se irá
reduciendo hasta desparecer.
Llegará un momento en que el carrusel habrá desaparecido
por completo. En ese preciso instante se habrá producido la
Síntesis.
La férrea voluntad manifestada en la constancia aplicada, habrá
sido transmutada en Atención Serena.
Me puse de inmediato a practicar la técnica que Vicente me
había dado, y a pesar de que no se había equivocado
en cuanto a la dificultad inicial, los resultados los fui viendo lentamente.
Finalmente pude acabar, por completo, con la desintegración
total de aquel carrusel que atenazaba mi vida.
Javier Antolínez
(Marzo2025)